Corrupción e impunidad acabaron con economía venezolana.

La continuada inconmensurable corrupción e impunidad, entre otros graves factores perpetrados en la nación en los últimos 22 años, han sido la mayor causante de acabar con nuestra economía y por ende incremento de la pobreza, hambre y miseria, como factores de la descomunal crisis humanitaria que de todo orden estamos padeciendo los venezolanos, a tal efecto, recordemos, que los modales hablan por el hombre, de allí que Simón Bolívar, hombres y mujeres, civiles y militares, clérigos, estudiantes y campesinos de su época siempre pusieron al servicio de la nación sus esfuerzos, sacrificios y vida; inteligencia, virtudes e ideales por lograr la libertad e independencia; hasta convertirnos en una patria próspera, libre y justa, la primera de Sudamérica en lograrlo.

MADRE DE TODOS… los delitos recurrentes acumulados, perpetrados por funcionarios de diversas instituciones de este régimen, en complicidad con testaferros; al margen de los de lesa humanidad y haber permitido el establecimiento de criminales y todo tipo de delincuentes en nuestro territorio; sin ninguna duda, que fue causada  por la obscena corrupción, grosera impunidad y enorme inmoralidad existente en nuestro país, sino véase, los hechos ocurridos de diferentes tipos; ¿Cómo demostrar la legítima procedencia de cuantiosos lujosos y costosos recursos colocados en divisas, en bancos del exterior e innumerables no menos escandalosos, bienes e inmuebles a nombre de terceros, por ejemplo, fincas, empresas, clínicas, universidades; prensa escrita, radio y televisión etcétera…

CORRUPCIÓN EN COMANDITA…  utilizando como método y procedimiento el hurto para llevarse a cabo, obviamente en complicidad con terceros y sin violencia, “evitando” dejar en lo posible huellas y/o evidencias visibles de los hechos cometidos, no obstante causando desinversión, desempleo e inoportunidad, carencia de adecuados servicios públicos, básicos y necesarios, y por ende, deterioro, sino destrucción de todos los sistemas que sustentan el adecuado y no menos deseado buen funcionamiento del estado venezolano, toda vez que la corrupción corroe todo, por tanto no es nada fácil de zanjar los profundos daños que la arraigada corrupción ha causado al país…

CORRUPCIÓN EXPONENCIAL… ha crecido entre otras causas y motivos porque la mayoría de los responsables de conducir la nación en diferentes niveles, responsabilidades e instancias, en lugar de estar apegados a los intereses del país, están sujetos a los suyos, de allí que, nadie o muy pocos estén interesados y dispuestos a ponerle el cascabel al gato, denunciando a los presuntos responsables y corresponsables de los inmorales hechos cometidos contra la cosa pública y menos aún quienes serian los llamados a realizar la investigación, enjuiciamiento, sentencia y sanción de sus autores…

EL HOMBRE HA NACIDO…  para ser recto, por tanto su único bien es vivir honestamente sin egoísmo y con benevolencia como una de las más notorias virtudes del ser humano; “Quien no sabe para qué vive, obviamente no sabe para qué, por qué y para quienes gobierna”, a Él solo le interesa su propio yo y no todas las veces el de los suyos. Nuestros políticos necesitan aprender a vivir para que puedan aprender a morir, lo cual no exige otro elemento que ser prudente, humano, apacible, honrado y solidario con los gobernados.

CONTRALORIA, FISCALÍA, TSJ… y demás organismos a quienes compete velar y cuidar como celosos verdugos en sus funciones y responsabilidades, no deben tener tregua contra los hechos y autores de corrupción que han expoliado a la nación. Es inentendible como inescrupulosos funcionarios se hacen multimillonarios con los recursos del pueblo, luego se van a disfrutar a otras naciones sin que los organismos nuestros y el propio estado nada o poco haga, para que el brazo de la justicia los alcance, preguntémonos entre muchos otros casos ¿Dónde está el ex alcalde de Caracas, Alfredo Peña? Y Rafael Ramírez, perpetradores de notorios, visibles y protuberantes corruptos, que tras llenarse sus bolsillos tomaron la de Villa Diego, “Y si te vi, no me acuerdo” de allí la imperiosa razón para que con el poderoso voto suyo salgamos de esta tragedia. Se acabó el espacio, esperanzadores abrazos, Dios con todos.

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