Caicara exige tomar medidas contra el paludismo

Se hace inminente el desmalezamiento y fumigación de la capital cedeñense


Hace unas cuatro entregas, denunciamos que el paludismo, el dengue y el COVID-19 eran las principales emergencias que se presentaban en el hospital de Caicara del Orinoco y solicitamos la fumigación y el desmalezamiento inmediato. Hoy, transcurrido un mes, la situación se agrava, sobre todo con la malaria que cada día ataca a un mayor número de la población.

Antiguamente, sólo quienes visitaban las zonas mineras padecían esta peligrosa enfermedad, hoy día, sin haber visitado alguna mina, en pleno centro de la ciudad, es posible contagiarse y pasar por un proceso que sin dudas deja secuelas, sobre todo cuando el tratamiento para atacar el parásito que la causa se encuentra vencido.

Pero el escenario se agrava cuando hay personas que han ingresado al hospital con dos patologías graves e incompatibles entre sí, como lo son el COVID y el paludismo. Estamos hablando de que una persona que tenga ambas enfermedades corre un alto riesgo de perder la vida. Y esto parece no preocupar a nadie.

 

Incluso tenemos conocimiento de que el nuevo director a cargo de los servicios públicos comenzó un trabajo de desmalezamiento en torno a las costas de río y de laguna, el cual no ha podido terminar debido a la falta de recursos; es decir, falta de combustible y de químicos contra los zancudos. Definitivamente ¡Nuestro insólito universo! Pues dicen que entre bomberos no se pisan la manguera; pero en el caso de la Alcaldía de Cedeño, ya vemos que sí.

Desde hace unos días vemos circular por las redes una imagen donde se hace un llamado a protesta virtual pacífica, además de exigir al alcalde que se tomen todas las medidas preventivas a fin de frenar el contagio de la malaria; incluso, se solicita que el municipio sea declarado en emergencia. Pero como siempre se ha hecho caso omiso.

Será que el alcalde de Cedeño no se ha percatado de lo grave de la situación que se vive o simplemente que poco le importa el bienestar de la población. Esperemos que alguien actúe y que lo haga pronto, porque cada día se agravan más los casos de la malaria y se multiplican los zancudos mutantes –lo digo por el tamaño- en Caicara. El llamado, tanto para el alcalde como para las autoridades de salud a que se aboquen a resolver el problema.

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