Venezuela y sus cosas

Venezuela se divide en cuatro toletes, los políticos, los que creen que la responsabilidad de lo que ocurre es de los políticos, los que no creen en nadie más que en sí mismos y los que se fueron o están por irse.

La verdad es que hurgar en ¿de quién es la culpa? es un tema profundo que no voy a considerar, ni en esta oportunidad ni en ninguna otra, no me importa, porque esa respuesta no resuelve.

Venezuela se nos convirtió en un tema de PERCEPCIÓN, no se trata de que lo predique uno u otro grupo sea cierto o no, sino en ¿cuál es tu realidad, cuál es tu percepción, cuál fue tu experiencia?

Por ejemplo, si te dio Covid, y estás vivo para contarlo, puedes haberla pasado muy mal, puedes haber gastado tus ahorros en medicinas y atención médica, es posible que hayas tenido que pagar algunos billetes verdes por debajo de cuerda para que te hicieran la prueba diagnóstica y es posible que el mismo médico que te trató en el hospital te haya remitido a su consulta privada y tuviste que pagarle por lo que ya te había dicho en el hospital. Esta es una realidad, todos lo sabemos.

Pero… Existe otra percepción. También es posible que hayas padecido de Covid, hayas ido al hospital, te hayan hecho la prueba diagnóstica de forma gratuita, te hayan hospitalizado y allí te hayan hecho todo el tratamiento, solicitándote algunas de las medicinas (porque desde cualquier punto de vista nunca las hay todas) y ofreciéndote una atención médica decente, de calidad y diligente. Saben que de esto también hemos escuchado historias.

No sé si es cuestión de suerte, de enchufe o Gracia Divina. El asunto es que así de desigual es Venezuela.

En los últimos meses Venezuela se puso de moda para ser el experimento de “Youtbers aventureros”, esta gente se gana la vida haciendo cosas “diferentes”. Somos el “bicho raro de América Latina» y la posibilidad de ganar adeptos, seguidores e incluso haters (ciber-odiadores), es impresionante. Con tan solo decir “estoy en Venezuela” se entreteje toda una novela.

Cada “tolete” de venezolanos tiene su propia versión. Algunos piensan que “el gobierno los trae” para limpiar la imagen del país (estos son los que culpan de todo a los políticos). Otros piensan que hay que agradecerles por ofrecer “una percepción distinta” (estos son los que buscan algo bueno de que agarrarse para seguir). Muchos creen que están locos “porque en Venezuela no hay nada que buscar” (estos son los que se fueron o están por irse).Y está el grupo que lo ve con aceptación, porque sí somos una cosa rarísima, no es normal nada de lo que ocurre aquí y es lógico que generemos curiosidad en los extranjeros (este es el grupo de los que no creen en nada más que sí mismo).

Yo me anoto al grupo de los incrédulos. Tengo autoridad moral porque creí, marché protesté, voté, hice campaña, me ilusioné y hasta milité en un partido político (no me da pena decirlo) y ese camino me llevó a “no creer más que en mi misma” y a hurgar en la Venezuela en la que “me toca” vivir, con sus carencias y desatinos. Porque no estoy dispuesta a que mi vida sea una sobrevivencia eterna, entonces creo en lo que hago con esta parranda de “sin sabores” que es Venezuela.

En ese camino me reencontré con verdades opuestas. Sí, porque la Canaima que nos mostró Alex Tienda, es tan cierta como los niños que veo a diario en los semáforos de Ciudad Bolívar sucios, descalzos y muchas veces abusados.

El Petare que visitó Luisito Comunica, sí, está lleno de gente que quiere echar pa’lante, que se integra, que no espera que “papá gobierno” resuelva. Pero también es verdad la cantidad de adultos mayores que nos muestra la Dra. María Torrealba que hay en Ciudad Bolívar, deambulando por las calles, sin un techo digno, buscando alimentos donde sea y con historias que te retuercen el alma.

Valentina Quintero, hace de tripas corazón y muestra una Venezuela tan real como la otra de miseria y desigualdad. Ella se enfoca en lo que nos sostiene, los productores del Táchira, los posaderos de Margarita y Puerto La Cruz, la gente que crea cosas nuevas y que se atreve a vivir de eso, una Venezuela chic que es REAL, aunque a muchos de los que se fueron les cueste aceptarlo.

Yo sé que es difícil entenderlo, pero todo es VERDAD. La conclusión aún no está a la vista, porque el camino a recorrer en esta senda parece que es largo e intenso. Mi recomendación, si me lo permites y lo digo desde mi experiencia, sé tú la Venezuela que quieres vivir.

¿Cómo? Si eres empresario, no te canses, se honesto, recompensa a tus trabajadores, conviértete en un innovador de oficio. Si eres maestro, enséñale a tus alumnos valores, enséñales a vivir, porque el caletre de los libros es lo que los lleva a huir apenas consiguen una dificultad.

Si eres médico, solo cumple con el juramento hipocrático, lo demás que hagas ya será ganancia. Si eres abogado deja de cuadrar con el juez y el fiscal, ponte a trabajar, que tu día a día sea en nombre de la justicia real.

Y si eres periodista como yo, muestra lo que quieras mostrar, siempre que sea verdad, diferénciate, porque todos hablan de lo malo y lo bueno también pasa, aunque sea en Venezuela.

María Alejandra Pasarella CNP 15.084

 

Un comentario en «Venezuela y sus cosas»

  • el septiembre 27, 2021 a las 6:45 am
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    Excelebte ;Saludos María Alejandra,feliz día un fuerte abrazo amiga

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