LA GOBERNADORA Y LOS ALCALDES

Las apresuradas elecciones de alcaldes y concejales pueden provocar una reconfiguración del cuadro político e institucional del estado Bolívar. Nuevamente, el esquema de postulación y selección de candidatos deja en manos de Dirección Nacional del PSUV la designación final con el agregado de la nueva gobernadora que puede convertirse en la “Gran Electora” con fuerza política y ascendencia popular para incidir directamente en estas decisiones que pueden abrir espacio a un liderazgo emergente o consolidar lo que existe.
Las alcaldías no son satélites de la gobernación, son instituciones autónomas. Sin embargo, es necesario que funcionen de manera articulada con la gobernación para darle impulso a un Plan Regional de Desarrollo Económico y Social aprovechando la potencialidad de cada municipio y su ubicación estratégica (tanto geográfica como institucional) en el contexto regional y nacional.
En el estado Bolívar ningún gobernador ha logrado una relación articulada estructuralmente con las alcaldías. Unos han querido aplicar sus criterios sin consultar e imponer decisiones sin respetar los planes de los alcaldes, otros han ignorado las alcaldías como instituciones. En algunos casos por razones políticas, para frenar el desarrollo de liderazgos, por intereses particulares o por falta de una visión integral del estado Bolívar. La Gobernadora del estado Bolívar tiene una gran oportunidad para armar un tejido institucional con los alcaldes donde prevalezca la eficiencia, la eficacia, la transparencia administrativa y el compromiso con la gente. El contexto político, económico y social exige romper paradigmas y marcar distancia de gestiones anteriores donde se ha destacado la ineficiencia y la corrupción. No se trata de imponer amigos para controlar las alcaldías con pretensiones de un centralismo subalterno. La gobernadora puede aprovechar sus ventajas para fortalecer la institucionalidad como un solo gobierno.
Todo parece indicar que estas elecciones de alcaldes y concejales estarán dominadas por un discurso que invoca la transformación institucional, económica y social basada en el Plan Nacional de Desarrollo de las 7 Transformaciones como factor que unifica las instituciones públicas con la participación de las organizaciones que constituyen el Poder Popular. Este planteamiento redimensiona las alcaldías por su vínculo social con las comunidades y las organizaciones comunitarias. Este discurso compromete el arranque de la gestión de la gobernadora y su papel en el proceso de postulación y selección de candidatos a las alcaldías.
El panorama que se le presenta a la Gobernadora del estado Bolívar con las elecciones de alcaldes y concejales arrancado su gestión está lleno de posibilidades, desafíos y riesgos para responder a las expectativas populares. Se impone la exigencia histórica de romper paradigmas y no repetir la personalización de la política que solo sirve para alimentar pretensiones caudillistas y minimizar las instituciones y su trascendencia social.
La postulación y selección de candidatos a las alcaldías y concejos municipales se desarrolla con la orientación estratégica de un pragmatismo electoral que le puede quitar fuerza e importancia al discurso político. La gobernadora tiene la oportunidad de marcar la diferencia y devolverle contenido político a este proceso para construir una sólida estructura institucional entre alcaldías y gobernación con una visión integral del estado Bolívar para avanzar hacia la Guayana productiva.
Este proceso electoral no es una simple jornada para elegir o reelegir alcaldes y concejales. Tiene mucha trascendencia porque anuncia el comienzo de una nueva etapa caracterizada por la transformación tanto institucional como política y social en un contexto político sin oposición estructurada y con grandes expectativas populares.
“No ha sido fácil tener una opinión que haga valer mi vocación, mi libertad para escoger”.
Pablo Milanés
