HUYENDO HACIA ADELANTE


Hay decisiones desesperadas que no pueden ser disfrazadas, toca algunas veces sacrificar algo para no perder todo, como cuando se te vacía un neumático o caucho del automóvil en medio de la noche, sólo y en alguna zona de peligro y decides rodar para un sitio seguro a sabiendas que vas a destrozar el neumático y que no tendrá reparación y aun así decides que es es un mal menor a bajarte en la penumbra a cambiarlo y que te asalten, roben o hasta te maten. De esa misma manera evaluó esta pandilla que nos gobierna las próximas elecciones presidenciales, Nicolás Maduro un candidato impuesto por el difunto galáctico jamás calzó los puntos para liderar un proceso en vías de disolución y en esta última encrucijada se encuentra como enterrado en arenas movedizas, mientras más se mueve, más se hunde. A los 25 puntos de aceptación que tenía su candidatura a fines del pasado año, a los 12 que tiene en los actuales momentos , ha sufrido una merma de la mitad de su apoyo y en la medida que siga avanzando a ese paso, en lo queda del año las proyecciones le auguran una única cifra promedio. La última encuesta de Datanalisis empresa al servicio del gobierno, señala que de realizarse las elecciones en el mes de Noviembre del pasado año, La Candidata opositora obtendría un 53% de los sufragios por un 12% del gobierno, situación por ellos conocida y manejada, para tomar la decisión atropellada de fijar las elecciones para el próximo 28 de Julio coincidiendo con el Natalicio de Chávez, a quien tratan de exprimirle las últimas gotas de popularidad ante la certeza que el candidato no provoca ninguna reacción a los cada vez más escasos electores alineados con el gobierno.

Analizando en frio dicha decisión, parece lo más acertado al decidirse por mantener esa candidatura, la otra decisión extrema hubiese sido, elegir otro candidato con lo que hubiesen lavado la cara y achacarle los errores y fracasos a quien estaba fuera de la contienda, al no atreverse, deben cargar con el pesado bolso de su candidatura y evitar el crecimiento progresivo de la candidata opositora que debe rondar un 70% de aceptación, incluyendo a los temerosos que sólo se desinhiben frente a la máquina de votación. El trabajo progresivo de la campaña de María Corina por medio de los denominados comanditos, una simple pero efectiva estrategia de organización primaria donde una decena de personas pueden constituirse en un átomo de la estructura general, ha recuperado en la gente ese protagonismo expropiado por casi tres décadas de ejercicio hegemónico en la forma de hacer política, la gente común se siente protagonista del irreversible cambio que está por venir y reclama su cuota de participación, sin imposiciones partidistas y cumpliendo simples tareas de captación de electores. Este crecimiento acelerado sólo tenía una manera de frenarlo y era acortando la carrera, saben que mientras más larga sea, más metros de ventaja les sacara en la pista, aun a expensas de un proceso electoral atropellado, con menos garantías de las que ya existían que eran por demás exiguas y con una evidente incapacidad logística que de seguro dejará muchos flancos desguarnecidos. Están en una posición desesperada, por primera vez tienen la certeza que no hay forma real de frenar la derrota, que el trecho entre las opciones es tan inmenso que las máquinas de votación manipuladas no cuentan con la suficiente tela oscura para tapar el desastre que se les avecina y que la única forma de conservar algún capital en la cartera, es invirtiéndolo lo más rápido posible, cada día que pase aumenta el pasivo y que por donde lo vean es una quiebra anunciada. Y eso que sus proyecciones son sólo a nivel interno, saben que de la diáspora no cuentan ni con amigos lejanos. Por lo pronto seguirán cumpliendo con el manual, dar la sensación de invulnerabilidad caminando hacia atrás y de vez en cuanto soltando algún disparo, pero en el fondo saben que la única manera de salir con vida, es que no se enfrenten los ejércitos en una batalla decisiva. Huir hacia adelante es una táctica, débil, pero táctica al fin. No vale seguir huyendo a la primera retadora, sin ella, no hay pelea válida y tampoco podrá haber campeón reconocido y seguirá la corona vacante, como hasta ahora, que nadie reconoce a Nicolás, pero a la vista de todos. Seguiremos conversando. Claudiozamora06@gmail.com

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