FLUJO VAGINAL KARMA DE LA VIDA DIARIA DE MUCHAS MUJERES

Saludos estimados lectores de #ELCONSULTORIO y @SOLOPARAPOLITICOS en el día a día de la vida femenina una de sus grandes preocupaciones son las manifestaciones o “alteraciones”” que se presentan en su área genital y una de las menciones frecuentes y principal motivo de consulta por las incomodidades que producen y por las limitaciones en la vida diaria es el: FLUJO VAGINAL
En primer lugar, empecemos describiendo como se produce el flujo cervical y/o vaginal y cuáles son las circunstancias fisiológicas en donde el flujo es un proceso fisiológico.
Para que se produzca un embarazo, se necesita un óvulo, un espermatozoide y un fluido cervical fértil, el fluido cervical permite que los espermatozoides entren en el útero y lleguen al óvulo en la ovulación es de color cristalino, transparente no se percibe olor desagradable, no macha la ropa interior y eso se considera un ejemplo de un flujo cervical o vaginal normal o fisiológico.
Tenemos que mencionar que el cuello del útero es el camino entre el tracto reproductivo inferior y superior, este tiene glándulas dentro y alrededor del cuello uterino que producen fluido y el cual posteriormente lo conocemos como “flujo.” La consistencia, opacidad y volumen de este flujo cambia junto con tus hormonas reproductivas. En diferentes momentos de tu ciclo, el flujo cervical cambia para dificultar o facilitar que los espermatozoides pasen del cuello del uterino al útero. El fluido cervical también protege a los espermatozoides del ambiente ácido de la vagina, y contiene anticuerpos que ayudan a mantener fuera las bacterias y virus no saludables.
Ahora bien, cuando el flujo vaginal fisiológico pierde sus propiedades normales y se convierte en un flujo patológico o anormal entonces se le denomina el síndrome de flujo vaginal o vaginitis, el cual es un proceso infeccioso vaginal caracterizado por la siguiente sintomatología: flujo vaginal, ardor, fetidez, irritación, prurito vulvar (picazon en la vulva), dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) y disuria (dolor o molestias cuando orina), secundario a infecciones (exógenas o endógenas) bacterianas, fúngicas (hongos) y/o parasitarias; como consecuencia de un desequilibrio ambiental en el ecosistema vaginal.
Es usual que se convierta en un desafío o problema distinguir o diagnosticar entre un flujo anormal y uno normal, tanto desde el punto de vista de la paciente como del médico; la diferencia radica en que las variaciones fisiológicas normales se producen debido a cambios biológicos u hormonales, es por eso que la vaginosis bacteriana es responsable del 40-50 % de los casos del síndrome de flujo vaginal.
Vamos a darte una serie de tips o datos para que empieces a tomar en cuenta y puedas notar la diferencia entre flujo vaginal fisiológico y patológico: 1. Comienzo de tu período: la menstruación, no hay flujo. 2. Justo después de tu período: ausente, seco. 3. Que provoca la ovulación cuando se inicia: pegajosa, blanca, cremosa, resbaladiza. 4. Alrededor de la ovulación: a medida que se acerca la ovulación, se produce mucho más flujo cervical. Es probable que la vagina empiece a sentirse mucho más húmeda y que el fluido se vuelva más resbaladizo a medida que aumenta su contenido de agua. En un par de días, el fluido se vuelve más elástico y claro, como clara de huevo, húmedo, resbaladizo, claro, elástico. 5. Fase lútea: pegajoso, seco, tan pronto como la ovulación termina, el flujo vaginal cambia una vez más. Incluso antes de notar un cambio visual, el fluido cervical ya se habrá vuelto más fibroso y difícil de atravesar para los espermatozoides. En el día o dos después de la ovulación (el comienzo de la fase lútea), la cantidad de líquido disminuye rápidamente. La progesterona, la hormona dominante en esta fase, actúa para inhibir la secreción de líquido de las células epiteliales del cuello uterino.


Pero ahora, toquemos que características no tienen los flujos normales o fisiológicos: 1- Consistencia: inusualmente delgada, o gruesa y más texturizada/gruesa. 2- Color: gris, verde, amarillo o marrón. 3- Volumen: aumento significativo e inesperado. 4- Olor: metálico, a pescado o solo diferente
Ante la presencia de cualquier característica o variabilidad de tu flujo vaginal, lo ideal es no automedicarse, ni usar duchas vaginales de ningún tipo (recuerde están completamente contraindicadas), los primeros procedimientos y los más adecuados es proceder a la toma de muestra para un cultivo y luego iniciar los tratamientos que van desde antialérgicos, protectores de la piel de la vulva, antibióticos (si se amerita), antimicóticos (si se amerita), antivirales, en total es un tratamiento en la mayoría de los casos integral y muchas veces de pareja. Lo más importante en estos casos de flujo vaginal es establecer el agente causal con la mayor precisión posible y esto se realiza con la evaluación física de la paciente y la observación directa del flujo. Y recuerda la mejor forma de curaciones la prevención. Para cualquier tema de su interés o comentarios lo puede realizar por el 04166852860 @drjosemerheb @soloparapoliticos. Gracias y hasta la próxima edición.

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