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TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)MITOS Y VERDADES

Hoy en #ELCONSULTORIO y @SOLOPARAPOLITICOS vamos con un tema por las repercusiones ya conocidas por todos sobre esta condición médica que genera gran inquietud en las familias, en el entorno social y en la comunidad médica por los múltiples factores que involucra generando muchas veces hasta desinformación y creando sobre algunas personas esta condición sin en verdad ser portadora de esta, porque hoy en día hasta mediatica se ha hecho esta condición y escuchamos frases como “a mi hijo le diagnosticaros TEA” “fulatino actúa asi porque seguro tiene TEA”, por eso estamos escribiendo y aclarando dudas hoy sobre: TRASTORNOS DEL ESPECTRO AUTISTA (TEA)
Vamos primero a ir primero orientando sobre todo con lo concerniente a conceptos y a las particularidades que definen lo que es el trastorno del espectro autista (TEA). En primer lugar, podemos decir que es un trastorno del neurodesarrollo de origen neurobiológico e inicio en la infancia, que afecta el desarrollo de la comunicación social, como de la conducta, con la presencia de comportamientos e intereses repetitivos y restringidos.
En la actualidad la clasificación del DSM-5 (la DSM es un libro o manual de los trastornos mentales de la asociación de psiquiatría americana donde se clasifican los síntomas y criterios para diagnosticar los trastornos mentales de origen orgánico/metabólico y psicológico), los TEA se encuentran dentro de los trastornos del neurodesarrollo, e incluyen lo que antes era el trastorno autista (TA), trastorno de Asperger (TAS), el trastorno desintegrativo infantil (TDI) y los trastornos generalizados del desarrollo no especificado (TGD-NOS).
Tenemos que volver a recordar de acuerdo a lo ya mencionado en el párrafo anterior que los trastornos del espectro autista (TEA) comprenden un grupo heterogéneo de trastornos, tanto en su etiología como en su presentación clínica, que se inician en la infancia y duran toda la vida, teniendo en común la afectación en la comunicación social y la presencia de patrones repetitivos y restrictivos de la conducta. La prevalencia (la prevalencia en medicina es el número total de personas en un grupo especifico que son afectadas por una determinada enfermedad), de TEA es mayor en niños que en niñas 23,6 por 1.000 en niños y 5,3 por 1.000 en niñas solo en la población de EE.UU. de 8 años. En Venezuela no se dispone de una estadística actualizada sobre la prevalencia de TEA, solo se tiene información de ONG que trabajan en esta área y manifiestan que de cada 45 niños que nace en el país padece o manifiesta algún tipo de TEA (estas no son cifras verificadas).


Ahora volviendo a lo que establece el DSM-5 sobre signos que presentan los niños del TEA vamos a tener una graduación de la gravedad de los síntomas, siendo: – Grado 1 (leve): si “necesita ayuda”. – Grado 2 (moderada): si “necesita ayuda notable” y el Grado 3 (grave): si “necesita ayuda muy notable”. Además, se debe especificar si presenta déficit intelectual, si existe un deterioro del lenguaje acompañante, si está asociado a una afección médica, genética o factor ambiental conocido, asociado a otro trastorno neurológico, mental o de comportamiento, o si presenta catatonia (síndrome psicomotor caracterizado por ausencia de actividad, posturas pasivas contra gravedad, oposición o ausencia de respuesta ante estímulos externos).
Dentro de todo este marco conceptual para definir los signos y síntomas de un niño con TEA se presenta en ocasiones que la sintomatología no es tan clara y, por tanto, los diagnósticos tienden a confundirse con problemas de conducta, de socialización o de expresión y control emocional, problemas de aprendizaje, movimientos anormales, trastornos del lenguaje o torpeza motora, es importante entonces conocer los signos de alarma antes de definir a un niño como TEA.
Es importante también tomar en cuenta que el TEA se puede presentar con otra serie de comorbilidades (las comorbilidades son otras enfermedades que no son del área neurológica y que afectan o agravan el cuadro del TEA) tales como: trastornos neuropsiquiátricos (depresión, ansiedad), oftalmológicos (estrabismo), digestivos (estreñimientos, vómitos, colitis), de piel (dermatitis atópica), ortopedia (trastornos de la marcha), epilepsia, dental (caries muy frecuentes), aclaramos que esto no se presenta en todos los casos de TEA pueden venir alguna de estas situaciones asociadas a la enfermedad y que de hecho a veces son las que despiertan las alarmas en los padres o cuidadores.
En el proceso de diagnóstico de los TEA es un equipo multidisciplinario que involucra a pediatra, neuro pediatra, pediatra endocrinológico, psiquiatra, psicólogo, estudios metabólicos y por imágenes (tomografía, RMN) y que son los que luego de hacer el diagnóstico y establecer si hay comorbilidades y de que tipos los que sugieren que otras especialidades se involucran en el caso, es un error muy grave y que ocurre con mucha frecuencia encasillar a un niño en TEA sin haber sido estudiado por un equipo multidisciplinario, y es algo que ocurre a veces en algunas partes con mucha frecuencia.
Hay que recordar que la intervención temprana sobre el diagnostico garantiza la conducta a seguir, de manera tal que el niño con el TEA pueda desarrollar sus habilidades precozmente y su integración a la sociedad sea efectiva, hay que recordar que el 63 % de los niños con TEA tienen un coeficiente intelectual normal y el 40 % de ellos pueden desarrollar una actividad motora o intelectual por encima del promedio de la población normal (tocar un instrumento, habilidades en la computación, pintura, escultura), es importante que se entienda que el respeto y la integración del niño o la persona con TEA es un elemento esencial en su tratamiento, al igual que debemos evitar el rechazo o la estigmatización sobre la persona y la condición del TEA. Gracias y hasta la próxima edición, y recuerde que la prevención es la mejor cura. Para cualquier comentario o tema de su interés por el 04166852860 @drjosemerheb @soloparapoliticos

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