TIEMPO DE REPENSAR LAS ALCALDÍAS

Este proceso electoral para elegir alcaldes y concejales tiene una profunda trascendencia social y política para el país. No es una simple competencia entre candidatos. Tampoco es un derroche de ofertas diseñadas por genios del “marketing electoral”. Se realiza en un contexto nacional altamente complejo que se matiza con un discurso político que anuncia el comienzo de una nueva etapa de transformación económica y social. Tal planteamiento tiene como punto de partida un cambio institucional que exige repensar las alcaldías.
Necesitamos alcaldes y concejales con disposición a comprender la complejidad del momento histórico y el compromiso de valorar a los ciudadanos como la conciencia vigilante de la Democracia Participativa y Protagónica. Necesitamos alcaldías con capacidad para construir políticas de desarrollo comunitario dirigidas a fortalecer el Poder Popular en armonía con el Plan Nacional de Desarrollo de las 7 Transformaciones 2025-2031.
El país y, particularmente, el estado Bolívar necesitan alcaldías que se conviertan en verdaderas instancias de participación popular con un liderazgo institucional que reconozca la trascendencia de la ciudadanía y pueda convertir la participación activa de los ciudadanos en un auténtico Poder Popular, respetando sus iniciativas organizativas en cada comunidad y dejando a un lado las perniciosas pretensiones de control partidista.
Los candidatos a alcaldes y concejales deben tener claro su compromiso con una nueva tapa de participación popular y transformación social. Las 24 gobernaciones y las 335 alcaldías (con sus Cámaras Municipales) constituyen una estructura institucional fundamental para fortalecer políticas públicas que contribuyan en la recuperación del aparato productivo y el Estado de Bienestar Social. No hay espacio para “caudillos locales” o “príncipes municipales” que convierten las alcaldías en proyectos particulares.
Resulta imprescindible que los candidatos asuman su responsabilidad y comprendan las implicaciones sociales que tienen estas elecciones, para garantizar el desarrollo de una verdadera Democracia Participativa y Protagónica. Es necesario un esfuerzo para superar deficiencias institucionales y construir una visión compartida que permita repensar la política desde la calle con la gente, partiendo de sus necesidades inmediatas para avanzar hacía nuevas formas de organización y relaciones sociales.
En el estado Bolívar, el escenario electoral no presenta primicias ni sorpresas. La oposición hace un esfuerzo unitario recurriendo a un liderazgo desgastado y algún candidato emergente como ampulosa novedad. El chavismo aprovecha los efectos de su última victoria electoral, la fortaleza que le otorga la unidad con candidatos únicos y las ventajas del control institucional. La abstención sigue siendo una daga política que amenaza la legitimidad de los resultados electorales. Estas elecciones pueden abrir espacio a una nueva arquitectura política que articule relaciones institucionales y recupere la verdadera función de las alcaldías.
La elección de alcaldes y concejales, con su controversial proceso de selección de candidatos, ratifica la gran oportunidad que tiene la Gobernadora del estado Bolívar para estimular la estructuración de un nuevo tejido institucional que permita impulsar los cambios necesarios y garantizar una Gestión Administrativa marcada por la eficiencia y la eficacia con proyección´ política en los distintos municipios. Una Gestión Administrativa unificada por la participación protagónica como gran soporte del Poder Popular. Esa articulación institucional redimensiona las alcaldías y su vínculo social con las comunidades.
Es tiempo de repensar las alcaldías y aprovechar las nuevas perspectivas para fortalecer sus vínculos sociales y construir ciudadanía.
“El poder no es una institución, ni una estructura; tampoco es una cierta fuerza de la que estamos dotados; es el nombre que se atribuye a una situación estratégica compleja en una sociedad particular”.
Michel Foucault
