SE BUSCA GOBERNADOR CON PERFIL IDÓNEO
El próximo 27 de abril vamos a elegir gobernadores y parlamentarios. Tenemos una oportunidad para escoger un Gobernador del estado Bolívar que garantice la transformación política y administrativa de la gobernación para convertirla en un instrumento institucional al servicio del ciudadano. Un gobernador con capacidad para convocar la unidad de los guayaneses y recuperar la confianza de la ciudadanía en sus instituciones. Un gobernador que entienda que el deber está por encima del poder y, partiendo de esa premisa, avanzar en la recuperación económica y social de Guayana.
El escenario electoral de abril luce muy frágil por la desconfianza que se ha sembrado alrededor de las instituciones del Poder Electoral y el descontento popular devenido de las difíciles circunstancias económicas que vive el país. En este contexto, es imperativo garantizar la legitimidad de los resultados electorales para lo cual debemos comenzar por exigir que los candidatos tengan un perfil idóneo donde prevalezca la preparación necesaria (capacidad y conocimiento) para el ejercicio del cargo, la experiencia y lealtad a la institución que no puede confundirse con simple fidelidad partidista. Educación y virtudes éticas como componente ineludible del perfil de un candidato para una etapa de transformación.
Esta campaña electoral no puede reducirse a la venta de imagen, es necesario difundir contenidos con propuestas programáticas para el debate público. No se trata de imponer el “marketing electoral” como estrategia política. En este momento del país, la campaña electoral no se puede convertir en una fiesta política de la ignorancia y la manipulación. Es la oportunidad para presentar un liderazgo con capacidad de interpretar las aspiraciones y expectativas de la gente con novedosas propuestas programáticas que puedan unir y comprometer la participación activa de los ciudadanos en la ejecución de políticas públicas para la recuperación económica y social. Estamos ante una excelente oportunidad para repensar Guayana y, por ende, la Gobernación del Estado.
Para recuperar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones se necesitan candidatos con un perfil ético intachable. Un vicio institucional estimula nuevos vicios. Un gobernante incapaz gobierna con incapaces. Un gobernante corrupto se rodea de cómplices y corruptos. Un gobernante honesto, capaz, transparente y con compromiso social constituye un equipo de gobierno con hombres y mujeres honestos, capaces y virtuosos. La importancia de los valores éticos siempre estará asociada a la política como disciplina para el desarrollo humano.
La ausencia de un perfil idóneo para un candidato a gobernador o parlamentario puede dar pie a que las instituciones sean dirigidas por funcionarios que ignoran los principios básicos de la ética, carecen de valores sociales para ejercer cargos públicos, no tienen capacidad para la responsabilidad administrativa, manifiestan deslealtad a la Constitución Nacional y actúan con soberbia y despotismo para esconder una ignorancia rupestre matizada con temor e inseguridad. Con este tipo de candidatos es muy difícil iniciar con éxito una etapa de transformación y menos diseñar políticas para la recuperación económica y social.
El cuadro electoral del estado Bolívar se torna confuso. Los factores de oposición siguen desaparecidos de la escena política regional. Su participación puede ser simbólica con varios candidatos sin capacidad ni posibilidades de capitalizar el descontento popular. Recae en el PSUV y el Gran Polo Patriótico la responsabilidad de postular un candidato a la Gobernación del estado Bolívar con capacidad para recuperar la confianza de los sectores populares. La ventaja cualitativa está en un candidato con un perfil idóneo que se exprese en valores éticos, capacidad administrativa y compromiso social para abrir la brecha a una etapa de transformación para beneficio colectivo.