LAS ACTAS DE LA CONCORDIA
No hay callejón sin salida en política. Todo conflicto social o político tiene solución cuando las partes muestran la disposición a construirla. La delicada tensión política que vive el país deviene de la discrepancia por los resultados de las Elecciones Presidenciales plasmados en las Actas de Escrutinio. Hay argumentos de lado y lado. Hay un pueblo que no aguanta tanta discordia porque está acostumbrado a vivir en paz y armonía social. Es posible recuperar la concordia nacional publicando, auditando, y sometiendo a la Verificación Ciudadana las Actas de Escrutinio.
El Acta de Escrutinio de cada Mesa de Electoral es un documento oficial que se hace público al igual que el escrutinio de los votos. La valides y el vigor de cada acta depende del cumplimiento de los requisitos de ley. Debe especificar el número de electores, el número de votantes que asistieron, los votos nulos y los obtenidos por cada candidato en la casilla de las organizaciones políticas que lo postulen. Los miembros de la Mesa Electoral y los testigos tienen la obligación de firmar el Acta de Escrutinio y dejar sus observaciones o inconformidad cuando lo consideren necesario. Cada testigo tiene derecho a una copia. En nuestro caso, por ser un proceso automatizado, la información que se imprimió queda grabada en un archivo que la máquina encripta con una clave y envía al CNE. El escrutinio, por ser público, queda plasmado en una memoria colectiva de amplia dimensión en tiempos de revolución digital y redes sociales.
En Venezuela todo el proceso electoral era manual y los partidos políticos que detentaban el poder controlaban cada paso de las elecciones. Los adecos en su decadencia impusieron la máxima “acta mata voto” que se tradujo en un desprecio a la voluntad popular y violación de los resultados a su antojo, dejando siempre migajas para las organizaciones políticas minoritarias. El nacimiento del Poder Electoral como Poder Público Autónomo y la posterior automatización de los procesos electorales devolvió la confianza en los resultados y se consolidó la transparencia de cada elección. Este Sistema Electoral venezolano ha sido reconocido internacionalmente como portador de un procedimiento sólido, confiable, eficaz y transparente. El Centro Carter llegó a calificarlo como uno de los más confiables del mundo. Hoy la comunidad internacional, observadores internacionales (incluyendo el Centro Carter), organizaciones políticas y amplios sectores sociales del país han expresado públicamente sus dudas y advertido una presunta falta de transparencia en el manejo de los resultados de las Elecciones Presidenciales y solicitan que se publiquen, auditen y verifiquen las Actas de Escrutinio para despejar dudas.
La tensión política y la incertidumbre social, la violencia callejera, la confrontación y las detenciones de dirigentes políticos y sociales le está haciendo mucho daño al país. El camino de la recuperación económica luce estancado y las inversiones de capital foráneo tienden a alejarse. Pudieran surgir decisiones diplomáticas que pueden aislar a Venezuela de la Sociedad Internacional. Hay un desaliento y temor nacional que debe ser superado. La publicación de las Actas de Escrutinio y la Verificación Ciudadana pueden devolver la confianza y quien considere que sus derechos han sido vulnerados acuda a las instancias administrativas y judiciales correspondientes para impugnar lo que considere preciso. La Sala Electoral del TSJ es la última instancia del Poder Electoral.
Es urgente convocar a un “Gran Diálogo Nacional” para construir un desenlace democrático. El CNE como órgano rector del Poder Electoral y organismo colegiado debe retomar su espacio social, asumir su responsabilidad institucional y valiéndose de los mecanismos legales publicar, auditar y verificar las Actas de Escrutinio. Esa acción contribuye a crear un clima social y político que permitirá iniciar el “Gran Diálogo Nacional” y abrir cauce a la recuperación económica del país.
Las Actas de la Concordia pueden devolverle la paz y la confianza al país.
“La confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres ven y pocas veces piensan”.
Simón Bolívar