LA HORA DE UN GRAN CONSENSO SOCIAL Y POLÍTICO
Por Darío Morandy

Mientras se despliegan buques de guerra frente a nuestras costas, se agitan discursos de intervención y se multiplican las operaciones psicológicas el país enfrenta una ofensiva que busca deslegitimar su voluntad popular. No es una operación antidrogas. Es una estrategia de persuasión militar y presión geopolítica que pretende quebrar el vínculo entre pueblo, las instituciones y el territorio. Es una amenaza directa a nuestra Soberanía Nacional. Enfrentamos algo más profundo que una disputa de fuerzas. Intentan borrarnos como pueblo. Ya no basta con resistir. Hay que convocar.
Ante tales circunstancias, proponemos un desenlace radical con un Gran Consenso Social y Político. No como maniobra partidista, sino como gesto transformador. Un proceso que convoque a sindicatos, comunidades, gremios, movimientos, la academia, saberes populares, organizaciones comunitarias, empresarios, emprendedores, organizaciones políticas, medios de comunicación y la fuerza productiva de los trabajadores. Una convocatoria que no reproduzca el ruido de los partidos, sino que escuche el pulso de la calle y el clamor de la Patria.
Un Gran Consenso Social y Político puede evitar una crisis de legitimidad y frenar la fragmentación social. Es un proceso deliberativo donde distintos sectores sociales acuerdan principios comunes para la convivencia, más allá de los hechos circunstanciales. Implica revisar las reglas del juego institucional, reconociendo nuevas demandas sociales, derechos emergentes y formas de participación con el acuerdo primario de preservar la Soberanía Nacional. Se trata de ampliar la base de legitimidad del Estado, integrando actores históricamente excluidos y reconociendo pluralidades culturales, territoriales y simbólicas.
Un Gran Consenso Social y Político que llene el país de Mesas de Dialogo. Que no se firme en salones cerrados. Que se construya en la plaza pública, en las redes sociales, en los portones de la fábrica, en los pasillos de las universidades y en asambleas populares. Que se construya con dignidad popular y pluralidad consciente.
La agenda que unifique y consolide este Gran Consenso Social y Político debería contemplar: 1.- Defensa de la Soberanía Nacional, 2.- Rechazo irreversible a toda forma de injerencia e intervención extranjera, 3.- Rechazo absoluto a las Medidas Coercitivas contra el país, 4.- Recomposición de los Derechos Laborales y organizaciones sindicales, 5.- Reconstrucción del Estado de Bienestar Social, 6.- Liberación de presos políticos y 7.- Consolidación de “Ciudades para el Buen Vivir”. Son 7 factores sociales, políticos y económicos para unificar el país, cohesionar la sociedad y fortalecer la legitimidad de las instituciones públicas.
Que tal consenso, se convierta en una forma de resistencia social es una alternativa real porque no se trata de ceder, sino de construir. Tampoco olvidar, sino de transformar para que cada Mesa de Diálogo sea un espacio simbólico donde el país se elige a sí mismo y la mediación no sea diplomacia de élites, sino encuentro de pueblos. Porque, en definitiva, Un Gran Consenso Social y Político es también una forma de Defensa de la Soberanía Nacional.
Cuando la Soberanía Nacional se ve amenazada, no bastan las armas, es necesario acompañarlas con un Gran Consenso Social y Político…y esa hora ha llegado.
“La política es el arte de lo incierto, lo que nos lleva a un principio de incertidumbre política generalizada.”
Edgar Morín
