LA GUARIMBADEL DÓLAR

La incertidumbre económica se precipitó al ritmo que impone el dólar paralelo. La “brecha cambiaria” alteró el cálculo de precios al consumidor y aceleró un proceso inflacionario que quebró la tranquilidad de la población. Hay una angustia colectiva y crece la desconfianza. En la práctica se está desarrollando una devaluación progresiva que atenta contra nuestra moneda y la estabilidad institucional. La gente percibe que está en marcha la guarimba del dólar, lo que no sabemos es cuál es la mano oscura que la maneja tras bastidores.
No hay duda, la economía nacional está marcada por el mercado financiero paralelo que impone el ritmo al intercambio comercial de bienes y servicios para terminar golpeando la producción y las posibilidades de recuperación económica. La diferencia entre el precio del dólar anunciado por el Banco Central de Venezuela y el que impone el mercado financiero paralelo se aproxima al 50% con tendencia a seguir aumentando. Esa realidad financiera trastoca y frena cualquier programa económico de carácter regional o nacional. La economía nacional, que arrancó el año con buenas perspectivas, ha comenzado a declinar aceleradamente con una incidencia directa en la población que sufre la inclemencia de unos precios que aumentan día a día mientras los salarios y beneficios laborales permanecen estancados.
El Gobierno Nacional ha mantenido la política de “intervención cambiaria” aunque ha bajado el ritmo y la cantidad. Esta política no ha dado resultado y termina favoreciendo a los grandes grupos económicos aglutinados alrededor de la Banca Privada que administra y maneja un mercado financiero de acuerdo a sus intereses particulares. La política de intervención cambiaria debe ser revisada y evaluada profundamente porque es partir de esa política que se configura el mercado financiero paralelo con sus profundas perversiones que causan un daño muy fuerte a la población.
Economistas y analistas financieros de toda índole se rebanan y devanan los sesos para concluir que el problema fundamental está en el crecimiento indiscriminado de la “brecha cambiaria” que impacta en el valor del dólar, estimula la inflación y frena el desarrollo económico. Estos especialistas terminan recomendando un profundo recorte del gasto fiscal y aumentar la oferta de dólares a través de la intervención cambiaria; una política que solo favorece a los grandes empresarios y grupos financieros. Tampoco ha dado resultado la fiscalización de comercios para obligar a los comerciantes a utilizar el dólar BCV porque los grandes empresarios que surten a los comerciantes fijan sus precios con base al dólar paralelo y no aceptan pagos en moneda nacional, aunque reciben divisas a precios del BCV a través de la intervención cambiaria.
Se está configurando un escenario de crisis económica que se acelera con la política de “pragmatismo asfixiante”, con sanciones y guerra arancelaria, impuesta por EEUU. Hay un ambiente nacional de incertidumbre y desesperación colectiva que nos recuerda momentos ya superados. Es necesario convocar a diferentes sectores sociales, grupos económicos, analistas de la economía, actores políticos y organizaciones comunitarias para abrir espacio a un debate sobre esta realidad y concertar políticas públicas que se conviertan en respuestas inmediatas a este escenario que se está configurando. El momento puede ser oportuno para plantear un programa económico de emergencia que conduzca a un “Nuevo Consenso Social” alrededor de planteamientos coincidentes.
En la calle se percibe una creciente incertidumbre y angustia colectiva que requiere atención inmediata con anuncios determinantes que permitan recuperar la confianza en las políticas institucionales como instrumentos para cambiar el rumbo económico del país y frenar la Guarimba del Dólar.

“Los hombres son dioses muertos
De un tiempo ya derrumbao
Ni sus sueños se salvaron
Solo la sombra ha quedao”.
Atahualpa Yupanqui