En busca de la felicidad!
El proyecto histórico y político de la Revolución Bolivariana, es referencia mundial en la lucha de los pueblos por un mundo más justo, de justicia social. Tras el triunfo inobjetable del comandante Hugo Chávez en las elecciones del 6 de diciembre de 1998, el 2 de febrero de 1999 comenzó para Venezuela una nueva etapa de transformaciones con el objetivo de lograr la igualdad social, la inclusión y la reivindicación de los derechos fundamentales del pueblo venezolano, con ese hombre de boina roja, cuya frase del «por ahora», aún sigue retumbando en las entrañas de Venezuela.
Definitivamente la revolución bolivariana que desde el año 98 encabezó nuestro Comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías, no sólo ha sido una alternativa para el mundo multipolar, sino que al mismo tiempo se ha consolidado como referencia de la resistencia de los pueblos, que buscan su independencia y soberanía en un mundo tan complejo y tan impregnado por los nuevos ensayos del fascismo. Ese fascismo representado en el capital de las transnacionales y en el poder de los talentos de influences políticos, que buscan desmedidamente, controlar los sistemas políticos, pregonando la libertad y la igualdad de condiciones, en un diseño obsceno, privatizador de las empresas nacionales y de los servicios públicos, así como sectores tan importantes y estratégicos como la salud y educación.
Fue Chávez protagonista y principal impulsor de esas transformaciones sociales que hoy la extrema derecha quiere erradicar en su odio irracional al pueblo. La tarea de hacer a Venezuela grande y soberana, sin arrodillarse a los intereses imperiales, se consagró desde aquel 4 de febrero de 1992, cuando Chávez irrumpiera contra el estado de cosas imperante en el país, que se hallaba sumido en el quiebre moral tras 40 años de la llamada democracia representativa, cuya dirigencia le dio la espalda al pueblo e hipotecó la soberanía de la patria a los intereses del capital transnacional. Son los mismos que masacraron al hambriento en el «caracazo», un sistema político manchado de sangre inocente que hoy nuevamente pretende tomar el poder político de la patria, de esta patria que decidió de manera contundente a Nicolás Maduro Moros como presidente Constitucional.
La convicción de Chávez caló firme y profundamente en el alma de Venezuela. Más allá de la adhesión partidaria, el pueblo identificó en él a un líder genuino, capaz de impulsar y conducir el impostergable proceso de cambios que rescatara los ideales de libertad, justicia y unión heredados de Bolívar y representados también por otras figuras centrales de nuestra historia. Una historia que querían soslayar los oligarcas de siempre.
Protagonismo popular
El rescate del protagonismo popular en el ejercicio pleno y auténtico de la democracia fue desde el inicio un objetivo prioritario del proyecto bolivariano que ideó el comandante Hugo Chávez Frías. Ello determinó que, desde el mismo instante en el que asumió la presidencia, Chávez impulsara el proyecto de Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que fue aprobado por el pueblo en el referendo del 15 de diciembre de 1999, pacto social que dejó consagrado las bases de la democracia participativa y protagónica, el verdadero poder en manos del pueblo.
Con ese mandato, el Presidente Chávez, activó el poder constituyente originario y dotó a la nación de un texto constitucional adaptado a los nuevos tiempos, en los que el poder popular y la recuperación de la independencia y la soberanía, sentaron las bases de una transformación histórica, social y política, de resonancia mundial, por su contenido revolucionario de humanidad y justicia.
El ideario de Chávez, es el responsable de los grandes avances en materia social. No existe ningún precedente en la historia de la República, de un gobierno que haya invertido más en materia social que la Revolución Bolivariana. Los grandes avances políticos del ideario de Chávez son palpables en las calles de Venezuela. Esos logros que hoy algunos extremistas pretenden derribar, sin entender que no podrán derribar la marca de Chávez y sus ideales en el ideario colectivo, en lo más profundo del pueblo venezolano.
Bajo la conducción de Chávez, la Revolución Bolivariana alcanzó en pocos años logros incuestionables en ámbitos como educación, salud, beneficios sociales de trabajadoras y trabajadores, además de restituir la autodeterminación y la independencia nacional, con expresiones concretas como el manejo soberano de sus riquezas y el impulso decidido a la unidad latinoamericana, en cumplimiento del sueño bolivariano de la Patria Grande.
Esos logros hoy continúan con la conducción de Nicolás Maduro y en nuestro estado Bolívar junto al gobernador obrero Ángel Marcano. En nuestra entidad seguimos trabajando de manera ardua por lograr la mayor suma de felicidad posible para nuestro pueblo. El compañero gobernador Marcano junto a todo el equipo de trabajo, en perfecta unión, nos mantenemos en las calles, en los sectores populares, transitando de manera constante, sin descanso.
Las metas en materia de salud, vialidad, política social, seguridad, deportiva, se han alcanzado y durante este nuevo periodo gubernamental, vamos a seguir venciendo. Ángel Marcano ha demostrado compromiso, constancia y una elevada moral revolucionaria para hacerle frente a las tareas más importantes que le encomienda la patria, por el bienestar de las familias bolivarenses.
Nuestro deber ético, moral, de convicción, es defender esos logros. Estamos dispuestos a seguir en la batalla en contra del mal. De esos que se conducen con odio y desprecio al pueblo. Seguirán mordiendo el polvo de la derrota, porque el ideario de Chávez y Bolívar hoy están más vigentes que nunca! Venceremos!.