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EL CONSENSO NACIONAL DE MADURO

Por: Darío Morandy CRISIS CIVILIZATORIA Y CRISIS DEL PENSAMIENTO

El 18 de agosto del presente año. El Presidente de la República, Nicolás Maduro, invocó la necesidad de un Consenso Nacional alrededor de 4 temas fundamentales: 1.- construir una economía diversificada y prospera; 2.- condenar las sanciones contra el país; 3.- consolidar la paz y el diálogo, y 4.- recuperar el Estado de Bienestar Social. La oposición no respondió. Ningún sector social expresó su opinión dejando la propuesta presidencial en el vacío, mientras el país sigue sufriendo la urgencia de un nuevo Consenso Social y Político.
La invocación del Presidente de la República demuestra que la polarización ya no sirve como estrategia política y agoniza como táctica electoral. La dimensión de los problemas del país es muy profunda y exige el esfuerzo de todos los sectores sociales y políticos para construir alternativas de solución. El Consenso Social puede interpretarse como el nivel de integración de los miembros de una sociedad alrededor de un proyecto o propuesta común y el Consenso Político no es más que el acuerdo de los distintos actores políticos en consonancia con los intereses nacionales plasmados en un programa y no exige aceptación absoluta. El Consenso Político siempre implica pactos y el Consenso Social se sustenta en la fuerza del liderazgo. El país necesita con urgencia un Consenso Social y Político.
La indiferencia de los distintos factores de la oposición, ante la propuesta presidencial, demuestra su imperceptible interés por los grandes problemas del país. Su objetivo sigue siendo mantener el apoyo financiero internacional y jugar con una perniciosa polarización que les facilita acuerdos particulares, garantiza ingresos económicos y un nivel de participación en distintas instancias del poder como el Consejo Nacional Electoral, la Asamblea Nacional Legislativa, alcaldías, etc. La oposición quedó reducida a una amalgama de franquicias políticas que no logran interpretar la realidad nacional, no construyen ni comparten una propuesta para la necesaria transformación del país.
La propuesta presidencial no trascendió, quedó como un anunció más. Ningún sector social la asumió como una política de Estado que tiene carácter de urgencia y merece el apoyo general. Tampoco el gobierno le dio el impulso necesario. Quizás, sirva para demostrar la decadencia política y el agotamiento social del liderazgo nacional en toda su dimensión.


No tenemos la certeza que la invocación presidencial de un Consenso Nacional sobre 4 temas fundamentales, sea oportuna o extemporánea dado el clima preelectoral que se está desarrollando prematuramente y la falta de confianza generalizada. Seguros estamos, que el país necesita con urgencia un nuevo Consenso Social y Político que abra el camino hacia la recuperación del aparato productivo para construir una economía diversificada, rechazar las sanciones contra el país y restaurar el Estado de Bienestar Social que permita recuperar salarios, pensiones y jubilaciones dignas, beneficios laborales, puestos de trabajo y el derecho a la salud.
Un momento tan complejo sugiere la convocatoria formal a un nuevo Consenso Social y Político con la amplitud necesaria para aglutinar los mejores recursos del sector público y privado. Se trata de convocar amplios sectores sociales, políticos, culturales, religiosos, académicos y deportivos para asumir el compromiso de atender los grandes problemas del país. Pudiendo comenzar con los 4 temas planteados por el Presidente de la República con las observaciones y consideraciones que produzca el debate.
Un nuevo Consenso Social y Político puede convertirse en el estímulo que impulse la motivación para la integración de la sociedad en torno a un propósito de orden colectivo e interés nacional. Se trata de un interés superior que demanda atención urgente: Venezuela y su gente.

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