COMO EL JUEGO DEL CALAMAR, EL DEL SUSTITUTO l Por eso la letanía del sustituto, un candidato presidencial rehén; sentenciado por los intereses, donde priva la riqueza amasada por los jerarcas del chavismo, pero también de aquellas sombras que incrustadas en las cercanías del poder, mueven sus hilos.
Por eso la letanía del sustituto, un candidato presidencial rehén; sentenciado por los intereses, donde priva la riqueza amasada por los jerarcas del chavismo, pero también de aquellas sombras que incrustadas en las cercanías del poder, mueven sus hilos.
@ottojansen
Para el modelo chavista hoy, el entorno se circunscribe a sus cálculos; las realidades que crean desde la post verdad. El bombardeo de propaganda sobre obras que nunca hicieron y una elástica evaluación de áreas del país como los servicios públicos, la salud, la educación o la economía con salarios tan pigmeos que se diluyen, pero que no tienen cuantificación a los ojos del gobierno. Es decir, para el régimen y su organigrama institucional, las complejidades de Venezuela y sus regiones no importan; la gente con sus opiniones, impresiones y cambios generacionales, no cuentan y esto ocurre porque no los ven.
Cuando se transita construyendo leyes para que estas “metan” en el aro a las realidades; convocando candidatos prefabricados para la obra teatral de las elecciones 2024, en la repetición del episodio 2018, simplemente, el gobierno revolucionario, desvaría. Piensa que la gente no contempla esas tramoyas ya repetidas. El profesor universitario, de la Universidad Central de Venezuela, José Rafael Herrera desde la materia Ética Política, sostiene que el ciclo del chavismo está muerto; se quedó sin gente. La afirmación de un especialista es sin embargo de sentido común en los venezolanos que sencillamente no quieren seguir con el sufrimiento de circunstancias concretas de la calidad de vida- como antes mencionamos- mientras el poder político inventa mentiras burdas sin ocuparse de la gobernanza y gestión pública. El poder político se ha dedicado a corromper al tejido social, arrastrando a empresarios, iglesias, militares, funcionarios y medios de comunicación para lograr en nombre de los mitos revolucionarios (caducos, e inútiles) el poder indefinido. Esta otra arista de la ecuación venezolana ya lo conoce la gente que ha decidido esperar su momento.
De allí, el respaldo a María Corina Machado, que de tener aprehensiones en la población en algún momento, ha pasado a tener un respaldo contundente por su firmeza; resultando su designación de candidata de la libertad impresionante pero explicable. Obviando abundar en el capítulo que, regularmente repetimos sobre como la clase política tradicional instalada en partidos políticos también sin vínculos con la lucha social, han quedado descartados por el cansancio de los venezolanos. Lo que hace ebullición en la mayoría del país es el inicio de una etapa que se traducirá en conquistas de la modernización y renovación del modelo democrático hacia sentar las bases de protagonismo ciudadano y de nuevas fórmulas en el campo económico. Ese es el hecho que pretende taparse como con el sol, con un dedo. Por eso la letanía del sustituto, un candidato presidencial rehén; sentenciado por los intereses, donde priva la riqueza amasada por los jerarcas del chavismo, pero también de aquellas sombras que incrustadas en las cercanías del poder, mueven sus hilos para obtener su impostor y continuar la piñata de negociados.
Todavía queda circo revolucionario, pero este es reducido, sin sentimiento popular que como las pompas de jabón al salir al aire a una se rompen al chocar con las brisas de las realidades. Vienen meses y lapsos signados por aconteceres y definiciones lacerantes; quizás pase de todo en un fragor que ya nada tiene vuelta atrás. Por los momentos el otro escenario a preparar sobre todo en las regiones y en el estado Bolívar en particular, es avizorar la sociedad civil y sus recursos emergentes. Puede que en las primeras de cambio, los viejos partidos políticos “opositores” con sus obsoletos esquemas copen el protagonismo que la etapa María Corina Machado abre; en eso son expertos, pero al igual que en el plano nacional estos factores están destinados a darle paso a las generaciones de jóvenes y no tan jóvenes, que sepan encauzar el sentimiento transformador que no es nada más, aun cuando determinante, derrotar al retorcido chavismo.