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Ciudad Bolívar: paisaje cultural y ciudad de la memoria

El proyecto de revitalización de los espacios patrimoniales de Ciudad Bolívar, el “Altar de la Patria”, pues desde esta emblemática ciudad, se tejieron muchas de las ideas que son base ideológica de la revolución bolivariana. De esto ya hacen unos cuantos años. Proyecto que planificaba una ciudad acorde a ese progreso armónico donde concurrirían principalmente los habitantes del este populoso sector haciendo que la Ciudad produjera lo necesario para modernizarse a partir de las líneas históricas ya plasmada en los libros. Conocer la ciudad antigua seria hoy el punto de partida para hilvanar un novel entretejido social para la esta ciudad que tanto urge reconstruir.

   
Ciudad, que según Benito Irady (s/f) “…Bolívar troquelada sobre las rocas más antiguas del planeta, con su río palpitante y su gracia de ciudad fugitiva, consagrándose en el ritmo heredado de sus calles, de sus muros, de sus casas fabricadas entre pupilas de viajero” y la marca infinita en esa Octava Estrella que enarbola al compás de los vientos alisios la bandera tricolor en la inigualable Plaza Bolívar, símbolo que representa a nuestra Guayana querida.
Hoy, sin doliente, entristecida y al decir popular “abandonada”, a pesar de los múltiples esfuerzos, tanto en recursos financieros, humanos y tiempo, no está recuperada, inclusive el deterioro se ha apropiado de infraestructuras patrimoniales, que hasta hace poco estuvieron en uso.


¿De quién es la culpa? Como expresó el Comandante eterno Hugo Rafael Chávez Frías, la culpa es de todos. Sí, todos somos y debemos ser responsables con ésta Revolución Bolivariana que nos obliga a ser “contralores sociales”. Revolución que es el puntal de transformación de un modelo de sociedad caduco y devaluado; que cantaba a viva voz “quítate tú pa´ poneme yo y todo pa´ mí y si te he visto no me acuerdo”. Lo dejamos a la conciencia particular.
¿Y porque nos ocupa? en realidad nos preocupa. El patrimonio arquitectónico, el más importante que tiene el país, por su cantidad de casas, calidad arquitectónica y por la importancia histórica que conservan sus paredes enmohecidas y caminerías por las que transitó el Libertador, repensando un nuevo mundo. Proyectos diseñados por un equipo de arquitectos como Fruto Vivas, Rosangela Yajure, Oscar Tenreiro, entre otros, que dejaron sus huellas marcadas en la planificación urbana de esta ciudad.
Sin embargo, hemos visto a través de las redes sociales, como, el Secretario de Cultura, Prof. Neptalí Hurtado, reparte como pan caliente casas patrimoniales “deterioradas” o inconclusas en su intervención, cuya construcción en las condiciones en las que se encuentran perjudican el proyecto original de la obra arquitectónica. ¿Estas organizaciones no gubernamentales tendrán la suficiente capacidad económica, responsabilidad y compromiso para recuperar esas casas patrimoniales que están bajo la guarda y custodia del Estado?, ¿Cuál es el proyecto sustentable y sostenible que les permitió la oportunidad de tener una casa patrimonial?, ¿Qué garantía tendrá el Estado de que esos compromisos se cumplan? A sabiendas que las medidas coercitivas han afectado considerablemente el poder adquisitivo de los venezolanos y los materiales de construcción rebasan expectativas. Pregunto, ¿Dónde quedan las líneas estratégicas que rezan claramente en el Plan de la Patria, la protección del patrimonio cultural? ¿Cuál es el inventario real del patrimonio arquitectónico, condiciones, proyectos a futuro, costos actualizados de inversión, viabilidad del proyecto, tiempo de ejecución? ¿Dónde está el cumplimiento de las Normas de Protección del Patrimonio Arquitectónico de Ciudad Bolívar y la Dirección de Patrimonio qué? ¿Quién le pone el cascabel al gato?
También nos preocupa, casas patrimoniales invadidas para uso vivienda familiar, escuchamos soluciones, en qué condiciones están, sin comentario. Similar situación, invasión con desmantelamiento, es decir, resido en ella, pero poco a poco, quito una ventana, retiro un vidrio, me llevo un ladrillo y una teja, así para dejar para la posterioridad un esqueleto que la lluvia terminará destruyendo, como visiblemente podemos ver a diario por las calles del Casco Histórico. Y por último, terrenos abandonados donde alguna vez existió un bien patrimonial que están en manos de organizaciones no gubernamentales y que hasta la fecha nadie ha hecho nada. Como decía aquel famoso locutor bolivarense “¡¡A organizarse!!”
En conclusión, la cosa es seria y no está fácil, la solución debe ser la reconstrucción de esa memoria histórica y cultural que cada una de esas casas narra y reclama la desidia patrimonial del Casco Histórico de Ciudad Bolívar.  

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