LA SOSPECHOSA PARTIDA DE EDMUNDO GONZÁLEZ
La inesperada partida de Edmundo González rumbo a España sorprendió al país. Ese desenlace nadie lo esperaba porque su abogado aseguró que no estaba planteado el exilio. Argumentaba que podía ser interpretado como una huida por cobardía a enfrentar la compleja crisis política venezolana. A medianoche del sábado el Gobierno de España informó, oficialmente, que Edmundo González volaba rumbo a Madrid en un avión de la Fuerza Aérea española con la protección diplomática que tiene un ciudadano que ha solicitado Asilo y protección una vez suscrito el acuerdo entre ambos países y emitido el imprescindible Salvoconducto.
Una vez confirmada la partida de Edmundo González, llovieron las interpretaciones. Desde el Gobierno Nacional se celebró la partida y se reafirmó el respeto a las Relaciones Internacionales. Se interpretó como una derrota para la oposición que desvanece sus argumentos para su reclamo de transparencia de los resultados electorales y las denuncias de fraude. Desde la oposición se descifró como una acción necesaria para preservar la vida y la integridad física del excandidato y su familia. Se ratificó que no tenía garantías democráticas y más valía trabajando desde afuera que preso en Venezuela. Otros vociferaron que era parte de un “Plan B” para demostrar su victoria.
Algunos analistas, señalan que se trata de una jugada diplomática que busca aumentar la presión internacional. Una jugada de resultados impredecibles que puede servir para consolidar a Nicolás Maduro en el poder, refrescar las relaciones internacionales y congelar cualquier reclamo o duda sobre los resultados de las Elecciones Presidenciales.
Lo que resulta indiscutible, es que la solicitud de Asilo fue una acción personal que se resolvió con un Acuerdo Bilateral donde jugó un papel determinante el Expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. También es indiscutible que la oposición quedó desconcertada, las posibilidades de diálogo quedan postergadas y la incertidumbre se profundiza.
Esa inesperada partida sigue siendo muy sospechosa.