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TRANSICIÓN Y GRUPOS DE PODER

Desde una perspectiva política y sociológica los factores de poder que se mueven dentro y alrededor del Estado suelen identificarse como Grupos de Poder que se unifican por intereses comunes. Concentran dominio y acumulan fuerza para influir en las decisiones de las instituciones que forman parte de la estructura del Estado. Su objetivo siempre va más allá del interés organizativo. No constituyen organizaciones formales, tampoco les interesa la eficiencia y eficacia institucional. Su único objetivo es convertirse en factor determinante de las decisiones del Estado hasta lograr su control total. No tienen identidad ideológica ni principios éticos.
En el caso venezolano, los Grupos de Poder se mueven dentro de las organizaciones políticas, sindicales y empresariales. Durante los últimos 24 años, la oposición se estructuró alrededor de Grupos de Poder dentro y fuera del país. Las diferencias entre las distintas organizaciones de oposición nunca han sido de naturaleza ideológica o por interpretaciones del modelo económico y político más conveniente para Venezuela. Sus diferencias están marcadas por intereses particulares de cada grupo y las posibilidades de articular relaciones con organizaciones internacionales con capacidad financiera y fuerza para influir en las decisiones del Estado venezolano, ya sea por la fuerza de la presión o por acuerdos negociados.
Los Grupos de Poder dentro de la oposición han tenidos momentos estelares de encuentros y desencuentros que han marcado su fracaso político. Un primer momento lo marcó, en el año 2002, FEDECAMARAS como Grupo de Poder con Carmona Estanga y el sangriento Golpe de Estado. Un segundo momento con Juan Guaido con su presidencia interina y su Estado Paralelo para apropiarse de cuantiosos recursos financieros de la nación dentro y fuera del país. Un tercer momento con las Elecciones Primarias y la diatriba de distintos Grupos de Poder con el objetivo de competir para descalificar el proceso como tal y otros para consolidar el control del financiamiento internacional y crear espacios de negociación que pudieran llevar a una transición incierta o a una victoria electoral de difícil reconocimiento puesto que existen muchos Grupos de Poder de oposición que no lo aceptarían y terminarían apoyando al Gobierno Nacional aunque desconozcan el Estado.
En el chavismo los Grupos de Poder se han aglutinado en el PSUV que se convirtió en una organización política que funciona desde el Estado. Sus militantes son funcionarios públicos de distintos niveles y cada Grupo de Poder se mueve por la identidad con un dirigente que actúa bajo los preceptos del viejo caudillismo. No hay diferencias políticas determinantes, tampoco ideológicas solo los une y los aleja las posibilidades de satisfacer intereses particulares a través de sus vínculos institucionales y la capacidad para realizar negocios abiertos o disimulados. En el chavismo nunca puede suscitarse una fractura por diferencias ideológicas porque todos repiten el mismo catecismo, aunque recen de manera diferente e ignoren su contenido.
El primer Grupo de Poder que se identifica en el chavismo lo representa el Presidente de la República y todos los demás giran a su alrededor para ayudarlo o defenestrarlo. Luego está el Grupo de Poder que funciona desde la jefatura de la estructura partidista, seguido por el ambicioso grupo de “Los Hermanos” y el poderoso Grupo de Poder que se mueve desde la jerarquía militar con una gran influencia en las decisiones del Estado y del partido. El grupo que funcionaba desde PDVSA y la CVG está siendo aniquilado.
Los Grupos de Poder tanto de la oposición como del chavismo se han convertido en “Factores de Negociación” que pueden marcar el rumbo del país. En el momento político actual se cruzan reuniones con piezas de distintos Grupos de Poder que buscan salidas que pueden generar contradicciones internas en cada sector porque estas actuaciones niegan la homogeneidad de cualquier decisión y siempre privará el interés particular. El pueblo es un simple vocablo para adornar el discurso. Hoy los Grupos de Poder nos recuerdan las “cúpulas podridas” aunque más fracturadas.
En la oposición, los Grupos de Poder están y actúan con plena evidencia sin ocultar sus contradicciones y en el chavismo se comenzó a romper el “disimulo impuesto” para darle presencia a los Grupos de Poder como factor determinante de las decisiones del Gobierno Nacional, el partido y el Estado.
Las elecciones Presidenciales pueden convertirse en el “punto de quiebre” que abra paso a las negociaciones de Grupos de Poder de ambos sectores que pueden coincidir en muchos aspectos porque se parecen mucho. Sea cuál sea el resultado electoral Venezuela no será la misma. Tampoco lo serán la oposición y el chavismo.

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