Ciudad GuayanaEdición DigitalEditorial

TIPS

1.- UN 1° DE MAYO SIN EXPECTATIVAS NI PERSPECTIVAS. El descontento de los trabajadores ya alcanza niveles de indiferencia ante cualquier anuncio que pueda hacer el gobierno. Ya nadie recuerda a los “mártires de Chicago” ni se escucha el grito que reclama ¡salario justo!
Los trabajadores están totalmente desencantados porque los burócratas sindicales se encargaron de destruir los sindicatos, desaparecer los contratos colectivos, eliminar los beneficios laborales y postergar cualquier expectativa de recibir un Salario Digno, aunque se puede producir una “sorpresa electoral” con un jugoso aumento de sueldos y pensiones o todo se reduce a un bono que se otorgue a discreción del gobierno. Nadie sale a celebrar el 1° de Mayo con marchas y contramarchas, todo se resuelve por las redes sociales. No hay “carne fría y cerveza caliente” como en los tiempos de la CTV dirigida por AD y la CTV bajo control del PCV. No queda nada de aquellos tiempos, perseveran unos pocos luchadores de avanzada edad gritando: “NO AL EXTERMINIO”

2.- EN LA CVG LA PROCESIÓN VA POR DENTRO. La estructura administrativa de la CVG no ha cambiado como se esperaba con la llegada de la Junta Interventora. Prevalecen actitudes que desconocen y evaden procedimientos administrativos, en algunos casos por ignorancia e incapacidad y en otros para evitar los controles necesarios en una sana administración pública. No hay un equipo con un Plan de Desarrollo Regional ni un programa para diseñar políticas institucionales que permitan recuperar la capacidad productiva de las Empresas Básicas. La política laboral tiene el tono de la IV república y el sello del “Clan Maldonado”. Todo es improvisado y cada funcionario de Alto Nivel tiene su feudo particular y no respeta norma ni jerarquía. Son caraqueños que no conocen Guayana, su historia, su geografía y la tradición de lucha de los trabajadores. El Presidente de la Junta Interventora y el Mayor General deben comenzar una revisión urgente para ordenar los cambios necesarios porque los fantasmas del “Clan Maldonado” deambulan en esa estructura administrativa.

3.- CRECEN RUMORES DE CAMBIOS EN LAS EMPRESAS BÁSICAS. Los rumores de cambio de Presidentes y Gerentes en las Empresas Básicas crecen vertiginosamente. Como dice el adagio popular “cuando el rio suena piedras trae”. No se trata de una evaluación de gestión para determinar quién se va y quién se queda. Es un reacomodo de los grupos que se mueven dentro y en torno a la CVG para tomar el control de las Empresas Básicas. Una dinámica que trae recuerdos de un pasado reciente y también advierte que quienes dirigen las empresas no tienen logros que mostrar como argumento para sustentar su permanencia en el cargo. Al parecer no basta la camisa roja y el grito de compromiso para mantenerse en esos cargos.

4.- LA OPOSICIÓN EN GUAYANA SIGUE SIN RUMBO. Parece que los líderes de la oposición en Guayana no se han enterado que ya tienen candidato. No aparecen en el escenario político regional y terminan aplaudiendo la presentación de cuentas de Marcanin. ¿Será que no confían en el candidato y prefieren esperar el final con María Corina? La verdad es que el candidato luce como un saco de piedras y sus primeras intervenciones no evidencian ganas de trabajar para aprovechar las posibilidades que le brinda esta coyuntura. El candidato Edmundo González se parece mucho a la oposición de Guayana. Luce triste y flojo porque está creyendo que el cuento de la transición es verdad.

5.- SE GESTA UNA REBELDÍA SILENCIOSA EN LAS BASES DEL CHAVISMO. El descontento de la calle es el descontento del chavismo. La poderosa estructura organizativa del chavismo está paralizada porque los dirigentes de las comunidades están sufriendo las consecuencias de una política salarial que niega el derecho a los trabajadores, pensionados y jubilados. Ya nadie cree en ese discurso de la “guerra económica” como culpable de todo. Los humildes dirigentes de las comunidades se sorprenden cuando ven el nivel de vida de dirigentes nacionales, regionales, diputados, concejales y funcionarios públicos. Ya nadie grita “con hambre y con desempleo con Maduro me resteo”, ahora se escucha un murmullo que dice “esto no lo aguanta nadie”. Esa realidad tiene paralizada la estructura organizativa de un chavismo consecuente que envía un mensaje con su silencio y ausencia premeditada.

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