¿COMIENZA EL FINAL?
No sorprenden los hechos, sorprende la velocidad con que ocurren dejando siempre más dudas que certezas. Ya nadie habla de “cese a la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”.
LA OPOSICIÓN se aferra a la vía electoral evitando provocaciones y saltando obstáculos con la incertidumbre de un final incierto.
MADURO CONSOLIDA SU ESTRUCTURA ORGANIZATIVA con una maquinaria electoral que utiliza el Polo Patriótico como simple nomenclatura y un PSUV que, por encima de su arrogancia, comienza a percibir el creciente descontento popular como un zumbido estrepitoso. TODO PARECE INCIERTO, hasta las elecciones, aunque no faltará algún vocero que grite con disimulada estridencia el 28…el 28…el 28…como repetía aquel pintoresco personaje para ratificar la fecha de las mega elecciones del 2000 que hubieron de ser suspendidas.
LA JUGADA DE MARÍA CORINA MACHADO al proponer una sustituta y aprovechar tanto el contexto emocional del país como la coincidencia del nombre que puede ser utilizado como un buen impacto mediático, es una jugada que no puede subestimarse, ni ser interpretada como una salida de emergencia. Tampoco puede considerarse una decisión personal.
WASHINGTON IMPARTIÓ LA ORDEN Y TODOS OBEDECIERON. La batalla es en el plano electoral y la dinámica definirá el desenlace.
El escenario político nacional sumerge al país en una profunda incertidumbre que afecta las posibilidades de una recuperación económica progresiva y sostenida.
LAS SANCIONES se utilizan como una desafiante amenaza para negociaciones tras bastidores. Se agotan las jugadas electorales y comienzan las jugadas políticas que pueden constituir un riesgo mayor para la estabilidad institucional del país.
LA POLARIZACIÓN ya no constituye una estrategia electoral, se presenta como una terrible consecuencia política que fractura el país, disminuye la confianza de inversionista nacionales y extranjeros, aumenta la desesperanza de la población y el umbral de la
incertidumbre no permite distinguir los matices de la realidad política y social.
TODO ESTÁ EN VEREMOS HASTA LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES.
LA PROFESORA CORINA YORIS no es la madre ni la abuela de la patria, no es la protagonista del momento. Es una persona con reconocidos méritos académicos que está siendo utilizada como catalizador de las emociones de un país sumergido en un inocultable descontento popular y profundas expectativas de cambio. RETRASAR SU
INSCRIPCIÓN COMO CANDIDATA
Presidencial puede catapultar su preferencia electoral. Impedir su inscripción la convierte en víctima de entuertos electorales que aumentan la incertidumbre política y social.
Inscribirla sin obstáculos abre el camino de un inseguro proceso electoral.
EL ESCENARIO ELECTORAL LUCE INCIERTO.
LOS “alacranes” pasaron al plano de los bufones que solo sirven para alegrar el palacio de las decisiones. La polarización prevalece con todos sus matices.
LAS VENTAJAS POLÍTICAS Y ORGANIZATIVAS
DE MADURO como candidato del PSUV se convierten en desventajas electorales que pueden redefinir los acontecimientos. MARÍA CORINA MACHADO se consolida como líder de la oposición y factor clave de cualquier negociación.
Los hechos presagian momentos difíciles para la patria. EN POLÍTICA NO EXISTE FINAL, HAY DESENLACES PORQUE LA DINÁMICA SOCIAL ES INDETENIBLE.