GLAUCOMA UNA AMENAZA SILENCIOSA PARA LA VISIÓN

Saludos estimados lectores de #ELCONSULTORIO y @SOLOPARAPOLITICOS, en el complejo entramado de patologías que afectan la salud visual, el glaucoma ocupa un lugar de especial atención. No solo por su prevalencia, sino por su carácter insidioso: avanza sin dolor, sin señales evidentes, hasta que el daño es irreversible. El desconocimiento sobre esta enfermedad sigue siendo un obstáculo para su detección temprana y tratamiento oportuno.
Vamos a iniciar diciendo que el glaucoma es un grupo de enfermedades oculares que comparten una característica común: el daño progresivo del nervio óptico, generalmente asociado a un aumento de la presión intraocular (PIO). Este daño puede conducir a pérdida visual irreversible si no se trata adecuadamente.
El glaucoma no es una entidad única. Se clasifica en varias formas, siendo las más relevantes: 1- Glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA):
El más frecuente. El ángulo de drenaje está abierto, pero hay resistencia al flujo del humor acuoso, lo que eleva la PIO. 2- Glaucoma de ángulo cerrado (GAC):
Ocurre cuando el ángulo entre el iris y la córnea se cierra, impidiendo el drenaje del humor acuoso. Puede ser agudo (emergencia oftalmológica) o crónico. 3- Glaucoma normotensivo:
Daño al nervio óptico sin elevación aparente de la PIO. Se asocia a factores vasculares y sensibilidad del nervio. 4- Glaucomas secundarios:
Derivan de otras condiciones como uveítis, traumatismos, uso prolongado de esteroides, o enfermedades sistémicas. 5- Glaucoma congénito:
Presente desde el nacimiento. Requiere intervención quirúrgica temprana.
Hay que conocer algunos aspectos de esta enfermedad y entre ellas es como se produce. En primer lugar, el ojo humano mantiene su forma y función gracias al humor acuoso, un líquido claro que se produce en el cuerpo ciliar y se drena por la malla trabecular hacia el canal de Schlemm. Cuando este sistema de drenaje falla, la PIO se eleva. La presión elevada comprime las fibras del nervio óptico en la cabeza del nervio (papila), provocando su degeneración. Este daño es irreversible y afecta primero la visión periférica, avanzando hacia la visión central si no se controla. En el glaucoma normotensivo, el daño ocurre por hipoperfusión del nervio óptico, disfunción vascular o susceptibilidad genética. El glaucoma es conocido como el “ladrón silencioso de la visión” porque en sus etapas iniciales no presenta síntomas. Sin embargo, hay señales que deben alertar y dependiendo de la clasificación son sus signos y síntomas. 1- Glaucoma de ángulo abierto: Pérdida progresiva de la visión periférica. Dificultad para adaptarse a la oscuridad. Visión borrosa en etapas avanzadas. 2- Glaucoma de ángulo cerrado (agudo): Dolor ocular intenso. Ojo rojo. Náuseas y vómitos. Visión de halos alrededor de luces. Pupila midriática y no reactiva
Recordemos las causas principales del glaucoma están relacionadas con el mal funcionamiento del sistema de drenaje del ojo, lo que provoca un aumento de la presión intraocular (PIO) y daño progresivo al nervio óptico.
Entre las principales causas de glaucoma vamos a tener: 1. Obstrucción del ángulo de drenaje. 2. Alteraciones en la malla trabecular. 3. Factores genéticos. 4. Edad avanzada. 5. Uso prolongado de corticosteroides oculares. 6. Traumatismos oculares. 7. Enfermedades sistémicas: Hipertensión arterial, diabetes mellitus y enfermedades vasculares pueden contribuir al daño del nervio óptico, incluso con PIO normal. 8. Factores anatómicos
Para el diagnóstico de esta enfermedad se requiere una evaluación oftalmológica completa por un especialista en oftalmología que incluye: A- Tonometría: mide la PIO (presión intra ocular). B- Gonioscopía: evalúa el ángulo de drenaje. C- Campimetría visual: detecta pérdida del campo visual. D- OCT (Tomografía de coherencia óptica): analiza la capa de fibras nerviosas. E- Evaluación del nervio óptico: mediante oftalmoscopia
Con relación a los tratamientos el objetivo es preservar la visión reduciendo la PIO (presión intra ocular). Las opciones incluyen: 1- Tratamiento médico: Colirios hipotensores oculares: 2- Terapia combinada: cuando un solo fármaco no es suficiente. 3- Tratamiento láser: Trabeculoplastia láser selectiva (SLT). Iridotomía periférica láser: indicada en GAC. 4- Tratamiento quirúrgico: Trabeculectomía. Implantes valvulares (Ahmed, Baerveldt): para casos refractarios. Cirugía mínimamente invasiva (MIGS).
El glaucoma no distingue edad, clase social ni ideología. La educación y la prevención son armas poderosas. La detección temprana salva visión. La revisión oftalmológica anual debe ser parte de la cultura de salud pública y personal. Porque cuidar la vista es también cuidar el futuro. Y recuerde la mejor forma de curación es la prevención. Gracias y hasta la próxima edición. Para cualquier cometario o tema de interés por el 04166852860 @Drjosemerheb @soloparapoliticos
