Ciudad GuayanaEdición DigitalEditorial

VOLTEAR LA GOBERNACIÓN… DEL SÍMBOLO A LA TRANSFORMACIÓN

En política hay mensajes e imágenes que no se olvidan. “Voltear la gobernación como una media” no fue solo una frase de campaña. Fue una promesa de ruptura, una declaración de intenciones, un gesto que estremeció la decepción acumulada y alentó la esperanza de una nueva etapa de la revolución bolivariana. Hoy, a 70 días de las elecciones, esa imagen sigue gravitando en el tejido social e institucional, en las comunidades, en las expectativas tambaleantes y el silencio militante que se rompe con puertas que se abren y se cierran.
La Gobernadora del estado Bolívar, Yulisbeth García, con su estilo directo y la energía de un liderazgo emergente, ha empezado a bordar una nueva narrativa de poder. Ya no se gobierna desde la distancia ni desde el protocolo vacío. Se desterró la desidia. Ahora, se gobierna desde el sur, desde la calle, desde la comunidad y el encuentro con los trabajadores, con las madres, con los jóvenes que aún creen que la política puede ser herramienta de transformación.
Durante décadas, la gobernación ha sido vitrina de élites, caja chica de partidos y oficina de favores. Se ha gobernado desde arriba, de espaldas al pueblo y la mirada puesta en Caracas. El sur era paisaje, no sujeto. Hoy, esa lógica debería cambiar. Ya no se debe administrar el abandono, es urgente organizar la esperanza. No es tiempo de repartir migajas, es necesario construir el poder popular. Y que no se gestione la miseria, que se dispute el rumbo del territorio.
La alianza con el alcalde de Caroní no es solo una suma de fuerzas. Es una reconfiguración estrategica del mapa institucional y político del estado Bolívar. Por primera vez en años, Upata, Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar se miran como parte de una estructura institucional integrada, como motores complementarios de una misma voluntad de cambio y transformación. Este encuentro no se consagra ni se firma en escritorios, se construye en las comunidades, en los mercados, en las oficinas que se desempolvan y en los actos donde la palabra vuelve a tener el peso del compromiso social y político.
Pero transformar no es solo inaugurar. Voltear la media implica revisar costuras, detectar hilos podridos, remendar con cuidado y, cuando haga falta, cortar sin titubeos hasta romper los tejidos de la perversión, la corrupción y la desidia. La ciudadanía espera algo más que gestos. La gente espera coherencia institucional, quiere justicia y aspira que la dignidad vuelva a ser política pública.
En este tránsito de campaña electoral a ejercicio de gobierno, hay riesgos que no se pueden ignorar. Las tensiones y resistencias de quiénes pierden poder en este nuevo escenario. El entusiasmo y la emoción política pueden diluirse si no se traduce en hechos. Las resistencias internas, los vicios heredados, los pactos oscuros que aún sobreviven, son obstáculos reales. Pero también son oportunidades para demostrar que esta vez el cambio no será cosmético. Que la transformación tiene fuerza y connotación nacional con el objetivo supremo de construir una Democracia Participativa y Protagónica.
La transformación institucional anunciada y promovida como eje fundamental de la campaña electoral no puede quedarse en el plano simbólico. Debe expresarse en la gestión, en la transparencia, en la capacidad de escuchar y corregir. Voltear la media es también mostrar el reverso. Mostrar lo que se ocultó, lo que se negó, lo que se silenció. Y con ese gesto, se abren las perspectivas de redención y emancipación colectiva.
Que la gobernación se convierta en casa abierta, en espacio de encuentro, en instrumento de justicia. Que la alianza territorial se fortalezca sin perder autonomía crítica. Que la política vuelva a ser palabra digna y que la media volteada no sea solo un símbolo, sino una forma de gobernar y avanzar hacia una Guayana productiva donde todos podamos vivir con dignidad.

“La caridad es humillante,
porque se ejerce verticalmente y desde arriba;
la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo”.
Eduardo Galeano

Deja una respuesta