HEPATITIS: CONOZCAMOSLA PARA COMBATIRLA 28 de JULIO DIA MUNDIAL CONTRA LA HEPATITIS

Saludos estimados lectores de #ELCONSULTORIO y @SOLOPARAPOLITICOS, hoy, 28 de julio, celebramos el Día Mundial contra la Hepatitis, esta jornada, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), busca visibilizar las hepatitis virales como un problema de salud pública global y promover el acceso a la vacunación, el diagnóstico y el tratamiento.
En 2022, 304 millones de personas vivían con hepatitis B o C crónicas en el mundo, y 1,3 millones de muertes anuales se atribuyeron a estas infecciones. Cada día se producen 2,2 millones de nuevas infecciones, incluidas 1,2 millones por hepatitis B y casi 1 millón por hepatitis C, con más de 6 000 contagiados al día. En América Latina y el Caribe, 10 millones de personas viven con hepatitis B o C crónica. Solo el 26 % de los casos de hepatitis C diagnosticados han recibido tratamiento y el 4,4 % de los infectados por hepatitis B tienen acceso a terapia antiviral.
La elevada carga de enfermedad hepática que incluye cirrosis y carcinoma de hígado y las barreras sociales y financieras para acceder a servicios integrados de vacunación, diagnóstico y tratamiento subrayan la urgencia de fortalecer las políticas de prevención y la atención temprana.
El cuadro de hepatitis virales puede ser asintomático, especialmente en niños pequeños o en fases crónicas incipientes. Cuando hay síntomas, suelen aparecer tras un periodo de incubación variable según el tipo viral: 1- Prodromal (2–10 semanas tras infección): cansancio, fiebre leve, náuseas, pérdida de apetito, dolor articular y muscular, molestias en el hipocondrio derecho. 2- Fase ictérica: color amarillento de piel y ojos (ictericia), orina oscura, heces claras, prurito y aumento de tamaño del hígado. 3- Convalecencia: retorno gradual del apetito, desaparición de la ictericia en 2–4 semanas; la fatiga puede persistir más tiempo.
Los síntomas son muy similares en los cinco tipos principales (A, B, C, D y E), lo que dificulta el diagnóstico clínico etiológico inicial. A- Hepatitis A y E: contacto fecal-oral, ingesta de agua o alimentos contaminados (p. ej., mariscos), y en menor medida, transmisión interpersonal de persona a persona por higiene deficiente. B- Hepatitis B, C y D: contacto con sangre infectada (transfusiones, agujas contaminadas, drogas inyectables), y en la B y D, transmisión sexual o perinatal de madre a hijo durante el parto. C- Hepatitis D, solo afecta a quienes ya tienen hepatitis B; su inmunización primaria contra la B también previene la D. La prevención requiere medidas de saneamiento, vacunación (hepatitis A y B), uso de preservativos y prácticas médicas con material estéril.
En la detección de la enfermedad realizamos diferentes pruebas tales como: 1- Pruebas de función hepática (ALT y AST elevadas (> 400 UI/L en hepatitis aguda), con bilirrubina e IIN para evaluar la severidad y descartar insuficiencia hepática. 2- Serología y PCR: Hepatitis A: IgM anti-HAV. Hepatitis B: HBsAg, anti-HBc IgM/IgG; ADN-VHB por PCR. Hepatitis C: anti-HCV y ARN-VHC por PCR. Hepatitis D: anti-HDV y ARN-HDV en portadores B.Hepatitis E: IgM anti-HEV. La combinación de hepatograma y marcadores virales permite confirmar la etiología y guiar el manejo.
Como seria el manejo médico de las hepatitis: 1- Hepatitis A y E agudas: tratamiento sintomático (reposo, hidratación, analgésicos no hepatotóxicos). No se cronifican y sólo < 1 % progresan a falla hepática fulminante. 2- Hepatitis B crónica: antivirales orales (entecavir, tenofovir) o interferón pegilado. El objetivo es suprimir la replicación, reducir la fibrosis y prevenir complicaciones. 3- Hepatitis C crónica: antivirales de acción directa (sofosbuvir/velpatasvir, glecaprevir/pibrentasvir) con tasas de curación > 95 % en 8–12 semanas. 4- Hepatitis D crónica: interferón pegilado; la coinfección intensifica la gravedad y requiere seguimiento estricto.
Y con relación al pronostico luego que se adquiere la enfermedad que vamos a tener: A- Hepatitis A: excelente, buen pronóstico, autolimitada, sin cronicidad; < 0,1 % de casos fulminantes en < 40 años; mortalidad < 1 % en mayores de 40 años.
B- Hepatitis E: similar a la A, pero en embarazo 3.er trimestre mortalidad del 15–25 % por falla hepática fulminante. En inmunodeprimidos puede cronificarse.
C- Hepatitis B y C: cronicidad en 5–10 % de adultos (B) y 75–85 % de casos agudos (C). Un 20–30 % de estos evolucionan a cirrosis o carcinoma hepático. Cada día 3 500 personas mueren por hepatitis B y C en el mundo. Con antivirales efectivos y trasplante apropiado, la supervivencia mejora notablemente. Hay que tener presente que el pronóstico depende de la edad, la etiología, el grado de fibrosis y la respuesta al tratamiento.
Es importante con las hepatitis la prevención en lo que comemos, con que tipo de parejas sexuales sobre todo en relaciones desconocidas tomamos las precauciones adecuadas, la vacunación preventiva. Porque siempre debemos recordar que la mejor forma de vacunación es la prevención. Gracias y hasta la próxima edición. Para cualquier comentario o temas de interés por el 04166852860 @drjosemerheb @soloparapoliticos
