«PERRO SECO, EL BARRIO CON EL NOMBRE MAS EXTRAÑO DE VENEZUELA»

Por William Flores Los habitantes del barrio Perro Seco en Ciudad Bolívar no saben a ciencia cierta el porqué de ese nombre del que nunca han podido librarse, según algunas versiones a finales del siglo dieciocho, 200 años atrás, existía en este lugar una sola vivienda de un señor, judío, flaco y desgarbado, apodado » Perro Seco» en la que también residía un artesano que prestaba servicio a domicilio y, por supuesto, útil a las familias de la ciudad en casos eventuales, por lo que era costumbre decirle al mandadero: ¨busca a fulano en la casa de Perro Seco¨ y Perro Seco se fue quedando tanto la casa como el lugar.
Este señor habitaba en una vivienda distante donde había siembra, animales y una curiara para ir al otro lado del río.
Al comienzo Perro Seco fue una sola vivienda, después tal vez dos o más hasta que se fue poblando.
De manera que Perro Seco, junto con El Zanjón y El Temblador, es el barrio más tradicional y antiguo de Ciudad Bolívar.
Perro Seco comprendía una angosta franja, paralela al Paseo Orinoco, desde el Matadero, primer Matadero que tuvo la ciudad, frente la Planta del Acueducto actual, hasta la calle El Pilar, y a él estuvieron vinculados El Polanco, Las Palmitas y el Pueblito, arrasados por las aguas de la gran crecida de agosto de 1976.
En las ciudades los barrios generalmente llevan nombres que indican las características del terreno donde están ubicados, de fechas históricas, de algún suceso reciente o pasado, del apodo o apellido de la primera familia que hizo casa allí o del político de turno pero en Cd Bolívar el barrio Perro Seco es un barrio que no se alinea con ninguno de estos elementos y sencillamente se llama Perro Seco, a este popular barrio perteneciente a la parroquia Cátedra, ubicado al costado derecho de rio Orinoco, en sus antiguos registros que lo mencionan como escenario de una batalla año 1817, a su inicio fue habitado por pescadores por su cercanía con el Río Orinoco.
El origen de su nombre se perdió en el tiempo, algunos pobladores difieren de la primera versión y cuentan que al empezar la construcción de las primeras viviendas un perro sarnoso y seco por el sol estaba en el terreno sirviendo como punto de referencia para indicar el lugar donde ubicarían las casa las cuales poco a poco formarían al barrio, pero ninguna de estas versiones puede considerarse cierta, al parecer el extraño nombre no fue causa de ninguna preocupación por parte de los primeros pobladores que quizás lo aceptaron como algo natural y las nuevas generaciones se acostumbraron a el sin impórtales el origen sobre todo en estos tiempos cuando es moda cambiar de nombres a pueblos y calles.