RETOS VIRALES
Por Claudio Zamora
@claudiozamora06
A veces me siento como esos locos sucios y andrajosos que vociferan a voz en cuello en cualquier mercado anunciando el fin del mundo y pidiendo que la gente se arrepienta y la muchedumbre le pasa por el lado sin pararle bola y evitándolo como un contagiado de lepra. Esta semana fuimos sorprendidos por la triste noticia de la muerte de adolescentes por su participación en retos virales en las redes, torneos de jóvenes que pueden pasar mayor tiempo sin dormir después de tomar medicamento hipnóticos (Zolpidem) o para la ansiedad como Alprazolam y para lo cual deben reportarse por video cada cierto tiempo para controlar su vigilia, otros para probar su resistencia a la inhalación de sustancias nocivas (Combustibles, pegamentos, diluyentes etc) y aguantar la respiración el mayor tiempo. El gobierno mostro su preocupación y amenazó incluso al representante para América Latina de la red TikTok por las muertes ocurridas encontrando una nueva excusa para limitar un deseo reprimido hace tiempo en contra de las redes sociales. No dudo de las buenas intenciones, creo que en ningún cerebro medianamente desarrollado no nos preocupe la suerte y salud de nuestros hijos, pero hace tiempo señalo que estamos disparando al blanco equivocado. La avalancha tecnológica es indetenible, tenemos décadas siendo testigos que llega primero que nuestra imaginación, que soluciona problemas que aún no existen y que se apoderan de nuestra vida con nuestra avenencia y consentimiento. Recuerdo como si fuese hoy mi época de liceísta cuando mi padre encontró en mi morral del liceo una calculadora científica y me pregunto que para que usaba esa vaina, que nunca aprendería matemáticas y a sacar unas simples cuentas o una raíz cuadrada si usaba esos aparaticos. El tiempo nos demostró que sólo un cavernícola o un vendedor de sacos de yuca anota en un papelito sus cuentas y multiplica sus ganancias en una bolsa de papel repitiendo “llevo dos” para no olvidarse de la reserva. Luchar contra las redes sociales o contra los aparatos tecnológicos en especial los celulares es una batalla perdida, porque los gobiernos por un lado pretenden regularlos y por otro los promocionan tecnificando todos los procesos y obligando hasta a los jubilados a tener un celular inteligente para acceder a la banca digital para cobrar sus pensiones. La única manera que podemos protegernos en contra de los daños que puedan generar las redes en nuestros hijos es educando y administrando su tiempo, un adolescente ocupado no tiene el tiempo suficiente para estar haciendo challengers estúpidos o retos suicidas, si su hijo estudia, practica algún deporte, asiste a tareas dirigidas, ve un poco de televisión, hace sus TPH (Tareas para el hogar), ayuda a las labores domesticas y se involucra en las actividades del hogar como acompañarlos a las compras, visitas de familiares, reuniones, cumpleaños etc será muy limitado el tiempo que les quede para perderlo en tonterías, por otra parte de usted es la responsabilidad de quitarle el celular a una hora determinada antes de dormir y evitar que se desvele de madrugada viendo reels. Los abuelos decían que el ocio es el padre de todos los vicios y debemos estar de acuerdo con ese pensamiento. Quienes estamos involucrados en el mundo deportivo podemos dar fe que su practica es un repelente efectivo en contra de vicios y malas costumbres, mi crianza en un barrio marginal es prueba de ello, los amigos que aun me quedan con vida la gran mayoría lo veo los fines de semana en las canchas, después de sesenta años siguen con la practica disciplinada del deporte y gozan de buena salud en comparación con otros sedentarios que están postrados en una cama o apenas pueden caminar con dificultad. La mayoría de los restantes murieron muy jóvenes por agarrar por la zurda (el camino equivocado). No tratemos de detener el temporal, protejamos nuestra casa para que el viento no vuele el techo ni inunde nuestros cuartos. Las redes sociales seguirán creciendo y a nosotros nos corresponde separar el trigo de la paja. Seguiremos conversando. Claudiozamora06@gmail.com