Voces Que Impactan Un análisis Crítico

Por el Abg Carlos Rodríguez
No contaban con la astucia de Nicolás Maduro
Nicolás Maduro: presidente legítimo, líder del pueblo
En estos días, quienes pensaron que con amenazas de invasión iban a meter miedo, se estrellaron contra una realidad que no esperaban: el presidente Nicolás Maduro Moros, presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, electo por voto popular, no se achicó, al contrario, se creció.
Maduro no llegó a Miraflores por imposición de nadie, ni por decisión extranjera: llegó por la decisión firme y férrea de cada ciudadano de bien que, con su voto, lo invistió de soberanía. Porque en Venezuela es el pueblo el que decide, es el pueblo el que autodetermina su destino, no una potencia extranjera ni ninguna agenda de violencia.
Maduro ha demostrado que su fuerza no viene de la soberbia, sino de su capacidad de escuchar, de abrir los brazos y de reunir al pueblo en una sola causa: defender la paz, la soberanía y el futuro de Venezuela. Ese es su mayor logro: reagrupar a la nación entera en medio de la tormenta y transformar la amenaza en unidad.
Lo que vimos este fin de semana fue histórico: el pueblo no se quedó en casa, el pueblo salió. Hombres, mujeres, jóvenes, abuelos, todos marcharon en apoyo al presidente. Y miles se alistaron en la Milicia Bolivariana para defender el tricolor. Eso es lo que pasa cuando se gobierna con legitimidad, con amor y con compromiso verdadero: la gente responde con fuerza.
El pueblo contra los traidores
Mientras tanto, los de siempre, esos que jamás han tenido un proyecto serio para el país, quedaron en evidencia. Los que solo saben hablar de sanciones, de bloqueos y de violencia, los que se atrevieron a pedir una invasión extranjera contra su propio pueblo, quedaron solos, sin liderazgo y sin respaldo.
El pueblo les dio la espalda, porque en la calle se vio claro quién tiene el apoyo y quién no. Hoy Venezuela entera se levantó con dignidad, demostrando que aquí no manda un imperio ni una élite apátrida: aquí manda el pueblo, y el pueblo está con Nicolás Maduro, su presidente legítimo y soberano.
Ni marines ni barcos de guerra, solo barcos de progreso
Los que soñaban con ver marines desembarcando y barcos de guerra en nuestras costas se quedaron esperando. Lo que sí llegará a Venezuela son barcos de comercio, barcos que vienen a hacer negocios, a comprar nuestro petróleo, a reconocer que esta patria se respeta y que con ella se negocia, no se amenaza.
Ese contraste fue claro: mientras unos promueven la violencia, Maduro convoca a la paz. Mientras unos quieren dividir, Maduro abraza. Mientras unos piden guerra, el pueblo responde con unidad y alegría.
Yulisbeth García: la voz del pueblo en Bolívar
En el estado Bolívar también se vive esta fuerza. La gobernadora Yulisbeth García se ha convertido en un ejemplo de lo que significa liderar desde la calle. Ella no gobierna desde un escritorio, gobierna caminando con la gente, escuchando al obrero, a la madre, al joven y al campesino.
Yulisbeth tiene la virtud de unir, de recoger las esperanzas dispersas y hacerlas un solo camino. Por eso la gente la respeta y la sigue. Ella recoge la bandera que levantó Chávez cuando dijo: “Los que quieran patria, vengan conmigo”. Hoy Yulisbeth lo repite con fuerza: “Los que quieran patria, paz y futuro, vengan conmigo”.
Bolívar está unido porque tiene una gobernadora que no se rinde, que no se esconde, que gobierna con amor y compromiso verdadero. Ese contacto humano y directo la convierte en la líder indiscutible de su estado.
Hacia la recuperación y el futuro
Cada día avanzamos más hacia ese sueño colectivo de ver una Venezuela alegre, unida, con recuperación económica y con justicia social. Y aunque las dificultades son muchas, el pueblo tiene claro que ningún poder extranjero podrá detenernos.
Hoy el compromiso es firme: con Nicolás Maduro, presidente constitucional electo por el pueblo, con Yulisbeth García, con Ornela Arbeláez y con cada venezolano y venezolana que cree en la patria, vamos a seguir levantando esta tierra con trabajo, dignidad y amor.
Porque la verdadera fuerza de la Revolución no está en las armas, sino en la unidad, en la esperanza y en el amor profundo por Venezuela.
Venezuela se respeta
Hoy gritamos desde lo más hondo de nuestro corazón:
¡La patria no se vende, se defiende!
¡Aquí nadie se rinde, aquí nadie se arrodilla!
¡Aquí hay un pueblo unido, de pie y en lucha!
Venezuela es alegría, es resistencia, es la voz de un pueblo que decidió ser libre. Es la sonrisa de un niño en la escuela, el sudor del trabajador, el canto de la abuela en la ventana, el río que cruza el Orinoco y el sol que amanece cada día sobre nuestra tierra.
Por eso decimos con orgullo:
¡Viva Venezuela!
¡Viva la patria!
¡Viva Nicolás Maduro,
presidente legítimo
del pueblo!
¡Viva Yulisbeth García, mujer de Bolívar, la Tata!