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Voces Que Impactan

Por el Abg Carlos Rodríguez

Resistencia y Dignidad: El Legado del 12 de Octubre
Recordar la resistencia indígena es echar un ojo a la historia contemporánea de Venezuela. El 12 de octubre de 1492 marca la llegada del imperio español a América Latina. Lo que muchos llamaron el “Día de la Raza” o el “Descubrimiento de América” fue, en realidad, el principio del genocidio más grande de la historia de la humanidad.
Según estudios de autores como David Stannard, Bartolomé de las Casas y Henry Dobyns, antes de 1492 vivían entre 50 y 100 millones de personas en América. En menos de 100 años, esa población cayó a unos 10 millones.
Eso significa que murieron entre 40 y 90 millones de indígenas por causas directas e indirectas de la conquista. Estamos hablando de cerca de once holocaustos en apenas un siglo, producto de la invasión de un imperio que vino no a descubrir, sino a saquear y someter las riquezas y culturas de nuestro continente.

Líderes indígenas venezolanos que se levantaron en armas contra el imperio español
Aquí algunos de los nombres de los grandes líderes que fueron la primera línea de resistencia en contra del imperio que venía a imponerse sobre nuestra tierra, y que hoy nos dejaron un legado de dignidad y coraje:
Guaicaipuro, Tamanaco, Chacao, Tiuna, Caricuao, Aricabacuto, Baruta, Apacuana, Chicuramay, Cacique Mara, Paramaconi, Manaure, Terepaima, Querequere, Sorocaima, Cayaurima, Caguairay, Yaguaraparo, Conopoima, Yocoima, Imataca y Coromoto.
Estos nombres hoy identifican parroquias, comunidades y municipios, como homenaje a quienes entregaron su vida en defensa de la libertad y la dignidad de nuestra tierra.

Etnias venezolanas extinguidas por la conquista
Toromaimas, Quiriquires, Mariches, Teques, Caracas, Jiraharas, Ayamanes, Gayones, Caquetíos, Timoto-cuicas, Cumanagotos, Chaimas, Imatacas, Guayanos, Yocoimas, Barimas, Amacuros y Waris.
Pueblos que fueron arrasados por la espada, la esclavitud y la evangelización forzada. Su desaparición representa una de las mayores heridas históricas de nuestra identidad como nación.
El Cacique Yocoima y el espíritu de resistencia del sur del estado Bolívar
Entre los nombres que quedaron grabados en la historia con fuego y dignidad, destaca el Cacique Yocoima, símbolo inmortal de la resistencia de los pueblos guayaneses.
Yocoima fue un guerrero visionario, comandante natural de los pueblos originarios del sur, quien levantó su voz y su lanza contra el imperio español para defender su territorio, su cultura y su gente.
Los guayanos, descendientes de una confederación de etnias que habitaban entre el Orinoco, el Caroní y las selvas de Imataca, fueron los custodios del corazón mineral y espiritual de la patria. Con Yocoima al frente, lucharon contra los intentos de colonización y sometimiento, enfrentando con valentía los fortines y misiones que pretendían arrebatarles su libertad.
No fue solo una lucha territorial: fue una batalla por la dignidad, por el derecho a existir como pueblo, por la defensa de la madre tierra.
El Cacique Yocoima encarna el espíritu indómito del sur, ese fuego ancestral que no se apaga, que se transforma y resurge en cada generación de guayaneses que siente la tierra como su sangre.
Su desaparición marcó una de las mayores pérdidas culturales del oriente y sur venezolano. Sin embargo, su legado no murió: se convirtió en energía, en conciencia, en ejemplo de resistencia.
Ese liderazgo ancestral es hoy una herencia viva que habita en las montañas, los ríos y los pueblos del estado Bolívar.
Y es precisamente esa llama del Cacique Yocoima la que hoy encarna Yulisbeth García, heredera legítima de su espíritu combativo.
Así como Yocoima defendió su tierra con dignidad y valor, Yulisbeth García, comandante de este estado, continúa esa resistencia en tiempos modernos: una resistencia que hoy se libra con amor, gestión y compromiso social en defensa del pueblo, de la soberanía y de la identidad guayanesa.

La gobernadora Yulisbeth García y el verdadero sentido del 12 de octubre
Ese espíritu de lucha y libertad abrió el camino a nuestros padres independentistas, quienes expulsaron al imperio español de nuestras tierras. Ellos fueron el inicio de lo que más tarde sería la gran resistencia libertaria.
Esa sangre late en nuestro corazón, y ese legado está más vivo que nunca en estos momentos históricos que vive Venezuela, asediada y amenazada por nuevos imperios.
Yulisbeth García no celebra el “Día de la Raza” en plaza, porque para ella el 12 de octubre no es un día de fiesta, sino de resistencia.
Ella conmemora el Día de la Resistencia Indígena como un reconocimiento a nuestros pueblos originarios que resistieron, a esas raíces que nos dieron identidad, coraje y conciencia.
Por eso, este 12 de octubre, la gobernadora Yulisbeth García eligió el camino del pueblo: fue al encuentro con nuestras etnias originales, en el corazón de la selva, en la Sierra de Imataca, en La Periquera, donde aún resuena el eco de nuestros ancestros.
Allí, donde el Cacique Yocoima defendió con su vida la tierra sagrada de Guayana, reafirmó que la resistencia no se conmemora con discursos, sino con presencia, con amor y con acción.
Hoy, bajo su liderazgo, Bolívar se levanta como un pueblo de paz, pero firme, consciente y dispuesto a defender su historia y su soberanía.
Porque el espíritu del Cacique Yocoima no ha muerto: vive en la voz, la fuerza y el corazón de Yulisbeth García, una mujer que ha sabido transformar el legado ancestral en acción política y humana para seguir defendiendo esta tierra sagrada.

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