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VIOLENCIA Y/O ACOSO ESCOLAR UNA REALIDAD DOLOROSA QUE NO SE PUEDE OCULTAR

Saludos estimados lectores de #ELCONSULTORIO y @SOLOPARAPOLITICOS, actualmente la sociedad venezolana y el entorno mundial está viviendo grandes cambios sociales desde el punto de vista económico, político, cultural, migratorio, educativo y una nueva ola dentro de la llamada cultura de género. Esto por supuesto ha llevado a cambios importantes dentro del ambiente familiar y educativo generando situaciones en muchos aspectos dentro del comportamiento de los jóvenes en su ambiente educativo lo que ha conllevado a un aumento significativa de la violencia expresada en la: VIOLENCIA y ACOSO ESCOLAR
Tenemos que tomar en cuenta que las situaciones de violencia que se viven a diario aun cuando no nos toca directamente si puede afectar de alguna manera nuestro entorno colectivo y a la larga nuestro entorno personal, por lo tanto, ya se considera que la violencia reflejada en el acoso escolar se ha convertido en un problema de salud pública.
Comencemos definiendo el acoso escolar, como él acto de acoso o intimidación que se caracteriza por ser un comportamiento agresivo, repetitivo, metódico y sistemático, que se produce durante un período de tiempo prolongado, en la mayoría de los casos existe un desequilibrio de poder entre el agresor y la víctima. Este desequilibrio puede ser real o ser una percepción subjetiva por parte de la víctima.
Es un problema con múltiples causas y consecuencias, casi un 10 % de los niños y niñas han tenido relación con alguna acción de acoso escolar o bullying. • El 90% son testigos de una conducta de este tipo en su entorno. • El 30% han participado en alguna ocasión ya sea como víctima o como agresor. • Entre el 25% y el 30% de los alumnos de primaria y bachillerato afirman haber sido víctima alguna vez de agresiones. • El 35 % de los alumnos reconoce que no pediría consejo a su profesor o profesora en caso de encontrarse en una situación de violencia, sólo 1 de cada 3 de los que lo sufren son capaces de denunciarlo (33%). El 40 % cree que no devolver los golpes les convierte en cobardes.


La Organización Mundial de la Salud explica los principales factores que incrementan las probabilidades de hechos violentos utilizando el modelo ecológico. Son factores genéricos y estructurales de la sociedad, que dan forma a las normas sociales y culturales. Se presentan en la institución educativa, el edificio, el barrio, la comunidad. Están asociados a las relaciones más cercanas: las mantenidas con la familia, amistades, compañeros y compañeras de clase. Las relaciones continuas agresivas influyen en las posibilidades de que un niño, niña o adolescente se convierta en víctima o perpetrador de hechos de violencia.
Entre los factores que incrementan la violencia o el acoso escolar tenemos: 1- Nivel social • La reafirmación del patriarcado, es decir, la dominación masculina sobre mujeres, niños y niñas. • La desigualdad entre grupos. • La justificación del uso excesivo de la fuerza policial. 2- Nivel comunitario • Escasa o nula cohesión social. • Bajo apoyo comunitario. • Estigmatización y exclusión de actividades sociales. • Falta de reglas y límites claros en la institución escolar, relaciones poco afectivas, indisciplina. 3- Nivel relacional • Desintegración, baja cohesión y estrés familiar, disciplina coercitiva. • Pertenencia a grupos involucrados en actividades riesgosas (comportamiento trasgresor, consumo de drogas). 4- Nivel individual • Baja capacidad de resolución de conflictos. • Antecedentes de comportamiento agresivo o de haber sufrido maltrato. • Frustración, ansiedad y depresión. • Trastornos psicológicos o de la personalidad. • Toxicomanía.
En los casos de las agresiones están se manifiestan en los lugares donde no hay adultos, como el recreo, comedor, pasillos, baños, entre otros, y se suelen realizar sobre niños o niñas concretos, nunca a un grupo, sin embargo, el agresor sí puede actuar en solitario o en grupo.
Cuando se instaura el esquema del acoso o de la violencia sobre la victima esta empieza a configurar una serie de comportamientos que son los signos de alarma del problema entre las que podemos mencionar: Se aísla, se niega a ir en el transporte escolar, se queda en el salón durante el recreo, busca la compañía de una persona adulta para ir a lugares a los que antes iba solo o sola. Es ignorado o ignorada por sus compañeros al momento de formar equipos. Cambios de ánimo, está irritable, muestra introversión, angustia, depresión, empieza a tartamudear, pierde confianza en sí mismo o en sí misma. Cambios en la dinámica alimenticia: Pierde o sube mucho de peso repentinamente, pierde el apetito, come compulsivamente, manifiesta que ha perdido o le han quitado la merienda o el dinero. Su ropa o pertenencias aparecen destrozadas sin explicación. Tiene moretones, heridas o cortes inexplicables. Empieza a amenazar o a agredir a otros niños o niñas menores que ellos o ellas. Rehúsa decir por qué se siente mal e insiste en que no le pasa nada. Da excusas extrañas para justificar todo lo anterior. Frecuentemente dice que se siente mal. Quiere irse de la escuela o falta con mayor frecuencia. Comienza a descuidar sus deberes escolares. Pierde repentinamente interés por actividades que le solían gustar.
Pero qué hacer ante estas situaciones o signos de alarmas. En primer lugar, buscar los mecanismos para informarse con otros compañeros y profesores sobre lo que puede estar sucediendo de una forma serena y sin actitudes que agreguen más violencia. Nunca subestimar la información que el propio afectado le está suministrando escuchando con criterios amplios la problemática, no sacar conclusiones apresuradas, nuca justificar las acciones del agresor, no incitar a más violencia sin saber con exactitud lo que puede estar ocurriendo, detener de forma inmediata la violencia y proteger a quien está siendo víctima de esa violencia nunca busque conciliación a favor del agresor, denuncie legalmente al agresor, recuerde todo acto de agresión sobre un menor aunque este sea cometido por otro menor está tipificado en la ley como un delito. Defender a la víctima de la agresión o el acoso escolar es la prioridad. Y recuerde la prevención es la mejor forma de curación. Gracias y hasta la próxima edición. Para cualquier tema de su interés o comentario por el 01466852860 @drjosemerheb @soloparapoliticos

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