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UN AMIGO MENOS

Este fin de semana llegó a su fin cincuenta y tres años de gobierno de la familia Al Assad en Siria, desde el año 2000 Bashar al-Assad asumió el poder heredando casi tres décadas de su padre. Venezuela era uno de los pocos aliados del régimen tiránico al punto que era el único país del continente en tener un vuelo directo entre Caracas y Damasco. La relación entre Venezuela y Siria tampoco era algo resaltante, algunos acuerdos firmados por el difunto en agricultura, turismo, tecnología sumado a la iniciativa para exportar a Venezuela Aceite de Oliva y construir una refinería en el país árabe para procesar 140 mil barriles de petróleo diarios y que debía inaugurarse en el 2013. La relación con Siria tenia más que nada un trasfondo político más que económico, Toro Hardy experto petrolero señaló la inconveniencia de construir una refinería a un costo superior a los 2.600 millones de dólares, en la cual sólo tendríamos un 33% de participación y que no serviría para la refinación de los hidrocarburos pesados de nuestra Faja del Orinoco. Tiempo después se reveló el trasfondo de la alianza cuando Chávez respaldó el reclamo de Siria por la devolución de los territorios en los altos del Golán y ellos apoyaron la elección de Venezuela como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Con Siria Chávez rompió una tradición de los países Latinoamericanos de no involucrarse en los conflictos del Medio Oriente, alineándose con Damasco y Teherán para unificar adversarios (Estados Unidos e Israel) y compartir aliados (Irán, Rusia, Hezbolá y grupos palestinos). Y no olvidemos que un viejo proverbio árabe reza “El enemigo de mi enemigo es mi amigo” teoría desarrollada posteriormente con el psicólogo austriaco Fritz Heider pero eso es otro tema. Las Fuerzas rebeldes entraron ayer en Damasco haciendo huir a su presidente y cerrando al menos por el momento, uno de los capítulos sangrientos de su historia tras trece años de guerra civil. Quienes pensaban que por contar con la protección de Irán y Rusia eran intocables se tropezaron con la cruel realidad, que ellos también están agobiados de sus particulares problemas y prefieren ver para otro lado o lo que conocemos por estos lares, “ver los toros de lejos”. Un país donde han muerto más de medio millón de personas en la guerra civil, mas de doce millones se vieron obligadas a huir de las cuales casi la mitad eran refugiados o solicitantes de asilo en el extranjero, lo menos que merece es recobrar la paz y civilidad. En momentos en los cuales el gobierno venezolano busca reacomodar su tablero, perder una pieza de esa importancia no es poca cosa, los aliados están escasos, los pocos que quedan en nuestra zona nos apoyan de mala gana con un pañuelo en la nariz (Brasil y Colombia) y no están dispuestos a inmolarse por nosotros, tampoco son de gran ayuda los apoyos de Cuba que pasa por una de las peores crisis de los últimos años en materia energética con cortes de energía de varios días, mucho menos Nicaragua que esta en el lugar 126 del IDH (Índice de Desarrollo Humano) y la próxima asunción a la Presidencia de Donald Trump en los Estados Unidos que sospechamos por su movimientos previos que viene con una agresiva política en contra del gobierno, el nombramiento de dos enemigos jurados de Maduro como Marcos Rubio y Elon Musk en labores de gobierno no auguran una política de indiferencia o pasividad, sino más bien de presión máxima, todo aderezado con los diarios pronunciamientos de los organismos y comunidad internacional que no están dispuestos a pasar la pagina con lo ocurrido en las pasadas elecciones del 28 de Julio, la CPI cocinando un movimiento definidor y el acoso a la embajada argentina en Caracas son pequeños detonantes que pueden provocar una explosión de grandes proporciones, los menos que se esperaba en estos momentos era la caída de un aliado, en el momento álgido de la partida no se puede dar el lujo de perder ninguna pieza. Seguiremos conversando. Claudiozamora06@gmail.com.

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