PROMOVER Y ORGANIZARLA PEQUEÑA MINERÍA

El Vicepresidente del Bloque de Integración Empresarial del Sur (BIESUR), Víctor Kafrouni, considera que es necesario promover y organizar la minería artesanal de pequeña escala porque constituye el primer eslabón de la cadena productiva del oro y puede alimentar las grandes empresas que procesan el mineral para beneficio de la nación.
Para Víctor Kafrouni, es necesario promover la minería artesanal y de pequeña escala con políticas y normas legales que regulen la actividad para que su desarrollo tenga carácter sustentable y garantice el respeto del medio ambiente y la salud de las personas. En el sur del estado Bolívar necesitamos una legislación especial que establezca los controles necesarios y nos permita promover y organizar la pequeña minería.
La pequeña minería genera empleo y al mismo tiempo garantiza que los molinos reciban el material que una vez procesados se convierte en insumo para las plantas. Es el pequeño minero quien garantiza el arrime de mineral a las grandes empresas instaladas en la región, mueve el comercio dándole dinamismo a la economía local y le brinda el sustento a su núcleo familiar.
Sostiene el dirigente empresarial, Víctor Kafrouni, que una pequeña minería organizada y vinculada la comunidad ayuda a instrumentar la política de Desarrollo Agrominero con una visión económica y social que impulse y sostenga la unión del sector público y privado en correspondencia con los planes de recuperación económica y desarrollo nacional.
Las “Alianzas Mineras” se ha convertido en política global que busca la transformación de la minería artesanal y de pequeña escala como una fuente confiable de generación de empleo. En nuestro país y, particularmente, en el estado Bolívar podemos desarrollar esta modalidad para promover y organizar una pequeña minería articulada con la Corporación Venezolana de Minería (CVM).
Víctor Kafrouni precisa que desde Upata hasta Santa Elena de Uairen, históricamente, la economía se ha movido alrededor de la pequeña minería en articulación con la agricultura. El comercio de la región se mueve bajo la influencia de una pequeña minería que constituye el motor principal de la economía y sustento diario de la familia guayanesa, razón suficiente para proteger al pequeño minero.
En definitiva, reitera Kafrouni, que para el desarrollo sustentable de la actividad minera es necesario contar con pequeñas y grandes empresas, rentables y eficientes, que exploten los recursos minerales en armonía con las comunidades locales, respetando el medio ambiente y la salud de la gente con absoluta responsabilidad social.
Desde Upata hasta Santa Elena de Uairen se mueve un motor de la economía que puede contribuir al desarrollo de la región y a la recuperación económica del país con la promoción y organización de la pequeña minería.