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MORIR EN LA ORILLA

Existe en Venezuela un refrán popular también utilizado en varios países que reza: “Tanto nadar, para morir en la orilla”, apropiado para ejemplarizar grandes esfuerzos que se pierden en los momentos postreros, como el caso del Barcelona el día de ayer que después de haber defendido con uñas y dientes el empate ante el Atlético de Madrid le hacen el gol en el último minuto del descuento, para dejarlo regado en el terreno con una enorme frustración. Pero no es de mi pasatiempo que les quería escribir, sino de lo acontecido en la embajada de Argentina en Caracas con uno de los seis refugiados en espera del salvoconducto para salir del país. Desde el 26 de Marzo de este año junto con cinco personas más se encontraba viviendo la odisea que significa el conflicto diplomático entre Venezuela y Argentina por la presencia en dicha delegación diplomática de esas personas, desde el rompimiento de relaciones hasta la asunción de las labores consulares por un tercer país como Brasil, hasta las denuncias de acoso, intimidación, amenazas, agresiones y todo tipo actuaciones negativas para quebrar la voluntad de los refugiados, como cortes de servicio de luz, agua, acceso a la comida, allanamientos a casas vecinas, amenazas de ingreso violento a la sede diplomática y otro catalogo interminable de conductas reprochables que con el tiempo se diluyen ante el peso de las realidades. Perdonen que dude de algunas de ellas ante la evidencia de las pruebas, lo primero que debemos de decir que este gobierno no se para en formalismos ni respeto de las normas comúnmente aceptadas, si hubiesen querido romper normas diplomáticas internacionales ya los refugiados estuviesen en el Helicoide o Tocorón, tampoco las insufribles condiciones denunciadas son del todo creíbles, una persona sin agua y sin comida es muy poco el tiempo que puede soportar sin salir de la delegación diplomática en una camilla o funeraria. Para colorear la situación en varios medios salen numerosas fotos de los refugiados departiendo plácidamente en la terraza de la edificación y sin ningún signo de desnutrición o deshidratación, con el agravante que al menos la mitad son sexagenarios o mayores, para terminar de ponerle la guinda al pastel esta misma semana uno de los refugiados claudicó en sus esfuerzos y se entregó voluntariamente a las autoridades del gobierno. Fernando Martínez Mottola exministro de Carlos Andrés Pérez y Dirigente de la Plataforma Unitaria se presentó “voluntariamente” según algunos medios digitales a la Fiscalía, después de un aparente proceso de negociación. Son las pequeñas puñaladas que seguimos recibiendo desde hace más de quince años cuando los esfuerzos unitarios de la oposición se concentraron en luchar de manera compacta por sacar del gobierno a Maduro. No pretendemos que se inmolen por nuestra lucha como los fundamentalistas árabes, tampoco que se prendan en gasolina estilo bonzo o exploten para protestar, pero coño no puede ser que los líderes más resaltantes estén en el exilio dorado para muchos y aquí estén llevando coñazos los pendejos que no son figuras mediáticas, Ledezma, Guaido, Leopoldo y familia, Borges entre otros se encuentran agitando sólo por las redes y participando en reuniones y conferencias, mientras en las mazmorras están la mayoría de los hijos de vecina, sólo en las últimas semanas han muerto tres presos políticos en cautiverio, mientras en la prensa se desnudan hechos de corrupción de personajes de la oposición que en negociados con agentes del gobierno reciben sus migajas que les permiten llevar una vida de lujos en Miami mientras los pendejos de siempre se amanecen en las colas para surtir gasolina o comprar un cilindro de gas. Con dirigentes tan venales y blandengues será bien difícil defender los postulados de la masa opositora que pese a conservar la esperanza, cada día se vuelve más escéptica de su liderazgo. No se hubiese refugiado en la embajada, hubiese doblado las patas al entrar en la manga, nos hubiese ahorrado una nueva decepción, no hubiese nadado tanto para ahogarse en la orilla. Seguiremos conversando. Claudiozamora06@gmail.com

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