«LA MISTERIOSA MUERTE DEL PAPA JUAN PABLO I»
Por William Flores

El año 1978 quedó marcado en la historia del Vaticano como un periodo sin precedentes. En tan solo unos meses, tres papas ocuparon el trono de San Pedro. Pablo VI falleció el 6 de agosto, tras 15 años de pontificado. Le sucedió Juan Pablo I, cuya elección sorprendió al mundo. Sin embargo, su papado duró solo 33 días, abriendo paso a Juan Pablo II, quien dirigió la Iglesia durante más de un cuarto de siglo!
El 26 de agosto de 1978, el humo blanco que salió de la chimenea de la Capilla Sixtina anunció que los 112 cardenales reunidos en cónclave habían elegido a un nuevo Papa. El elegido fue Albino Luciani, que adoptó el nombre de Juan Pablo I, en honor a sus predecesores Juan XXIII y Pablo VI!
Apenas una hora después de su elección, Juan Pablo I apareció en el balcón de la Plaza de San Pedro para bendecir a los fieles. Su actitud alegre y sencilla le valió el apodo de “el Papa de la sonrisa”.
El 29 de septiembre de 1978 tan solo 33 días después de su elección, Juan Pablo I fue encontrado muerto en su habitación. Según la versión oficial, murió de un infarto de miocardio. Pero pronto comenzaron a circular versiones contradictorias.
El Vaticano afirmó que fue su secretario, John Magge, quien halló el cuerpo. Sin embargo, posteriormente se reveló que fue una monja, Vicenza Taffarel, la primera en encontrarlo. La Santa Sede decidió no practicarle una autopsia, lo que avivó todo tipo de teorías sobre su repentina muerte. La ausencia de una investigación clara y las versiones cambiantes alimentaron sospechas de un posible asesinato.
El escritor David A. Yallop, en su libro «En nombre de Dios», sugirió que el Papa pudo haber sido envenenado con una dosis mortal d! vasodilatadores, recetados por teléfono por su médico personal!
La noche antes de morir, Juan Pablo I habría discutido fuertemente con el cardenal francés Jean Villot, entonces Secretario de Estado, sobre los cambios que pretendía hacer en la Curia Vaticana. Según algunas versiones, fue hallado muerto con una hoja en la mano donde habría escrito una lista de esos posibles cambios. La familia, en cambio, asegura que tenía entre sus dedos un libro de espiritualidad, el Kempis.
Su papado duró apenas poco más de un mes, pero fue suficiente para generar esperanza de renovación dentro de la Iglesia. Muchos creen que su intención de limpiar las finanzas vaticanas y enfrentarse a figuras poderosas como el arzobispo Paul Marcinkus, responsable de las cuentas del Vaticano, pudo haberle costado la vida.
El Banco Ambrosiano, involucrado en escándalos financieros y con vínculos con la mafia, aparece como telón de fondo de este misterio.