Opinión

Juventud : ¿Revolución o Reality Show?

COPIÓ Y PEGÓ DE ÚLTIMA HORA…
🧨 Juventud : ¿Revolución o Reality Show?

En la casita morada no se cocina ideología, se hornean listas. Y no cualquier lista: listas con más drama que una novela turca y más giros que una asamblea estudiantil en semana de elecciones. La juventud Roja, ese semillero de cuadros revolucionarios, parece más bien un casting para “La Casa de los Enlazados”.

Listas van, listas vienen, y nadie sabe quién las firma, quién las borra, ni quién las bendice. Lo único claro es que » A la que se comió el caimán en la orilla del río—sí, la hija autoproclamada — asegura que ella armará la lista con el respaldo celestial de la enlace nacional. Porque si algo tiene la que se comió el caimán, además de verbo y drama, es fe en su linaje político.

Pero no todo es tan sencillo. El organizador, que no se queda atrás, también quiere meter a los suyos. ¿Cómo? Pues buscando el aval de la organizadora nacional, porque aquí no se mueve una hoja sin que alguien la firme en Caracas. ¿Autonomía regional? Eso es para los libros de historia.

Mientras tanto, media estructura está seca y pa’ fuera. Hay quienes entran y salen como si esto fuera un juego de sillas musicales. Uno en particular ya perdió la cuenta de cuántas veces lo han sacado y metido. No goza del cariño del buró, y en política, cariño es poder. El Florales anda con llantos de viuda. Lo dejaron fuera y no hay pañuelo que le alcance. El J, por su parte, quiere el puesto de la tía Petra. Porque en esta juventud, los cargos se heredan como las recetas de hallacas. La comunicadora, que antes solo mandaba fotos, ahora la impulsan como coordinadora. Y la dueña de la casita morada —sí, la misma que pone el café y el WiFi— quiere irse a la dirección nacional. Pero «Alva Roversi» la tiene en la mira por haber sacado a Alexander de la estructura. Aunque esa factura la cobra la Arrimar, que no olvida ni perdona.

La única que se salvó por la campana fue la de deporte. Goza de la bendición del ex enlace , ese que ya no está pero todavía manda. Porque en esta estructura, los ex nunca son tan ex.

Todo este desbarajuste se dio a puerta cerrada, como los mejores chismes. En la casita morada no hay transparencia, pero sí hay café, captura de pantalla y amenazas pasivas-agresivas.

Y mientras tanto, yo sigo averiguando si las ganas preñan. Porque si es por ganas, aquí ya habría una camada de coordinadores, enlaces y burós revolucionarios. Pero por ahora, lo que hay es ruido, egos y una estructura que está lista… lista para el próximo capítulo.

Copió y Pegó…
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