GRAN SABANA: TERRITORIO DE PAZ

El Alcalde de Gran Sabana, Manolo Valléz, considera que es necesario multiplicar los esfuerzos para mantener la paz en cada pueblo y todas las comunidades del municipio. No podemos dejar que se impongan fuerzas destructoras por efectos de contradicciones políticas. Aquí no hay espacio ni tiempo para persecución política ni la destrucción de bienes públicos. La tranquilidad de nuestro pueblo es lo más importante en este momento y debemos propiciar el reencuentro porque Gran Sabana es territorio de paz.
Es normal que en democracia haya contradicciones entre dirigentes y gente del pueblo, pero debemos comprender que uno de los mecanismos que nos ayudan a construir la paz en momentos de conflicto es el dialogo abierto y democrático y crear un espacio para el reconocimiento y el respeto mutuo. Insiste Manolo, en la necesidad de establecer puentes de comunicación con todos los sectores de la sociedad y entender que lo más importante es continuar reconstruyendo la ciudad y atendiendo las necesidades de nuestro pueblo considerando que estamos superando dificultades económicas y financieras.
No vamos a renunciar al trabajo constante en cada comunidad porque tenemos un mandato de la gente y lo seguiremos cumpliendo. La protección de la convivencia resulta fundamental para que haya paz y armonía entre los distintos sectores de la sociedad. Debemos preservar y respetar los derechos humanos como garantía de una vida digna. La agresión contra personas y la destrucción de bienes públicos no ayuda a resolver ningún conflicto y menos de orden electoral. Somos servidores públicos, constructores de la paz y tenemos la obligación de garantizar el orden público para la confianza de trabajadores, mineros, comerciantes, empresarios y comunidades indígenas.
El alcalde de Gran Sabana manifiesta de manera clara y precisa que la tarea parece simple, pero no es fácil porque el país vive un momento muy difícil que podemos superar con el reencuentro que nos permita compartir criterios y compromiso con el país. La contradicción por un resultado electoral no puede convertirse en excusa para quebrantar la tranquilidad colectiva. Necesitamos superar las diferencias que pretende imponernos una civilización depredadora e insostenible y sustituirlo por la fuerza de nuestras comunidades indígenas como firmes herederos de una cultura ancestral donde prevalece lo humano en armonía con la naturaleza como sustento de la paz y la convivencia social y comunitaria.
Debemos aceptar y respetar la diversidad de pensamiento, es decir la pluralidad ideológica tanto como la libertad individual siempre y cuando se mantenga el respeto de los derechos de todos los ciudadanos. Pensando en las futuras generaciones debemos concluir que su existencia y desarrollo humano depende de la paz que le podamos garantizar.
Ante la situación que vive el país, señaló Manolo, debemos confiar en las instituciones del Estado venezolano y su capacidad para atender una crisis un tanto compleja. La violencia política que ataca al ciudadano común y la destrucción de bienes de uso colectivo merecen ser castigados ejemplarmente. Para garantizar la paz ciudadana es necesario también determinar responsabilidades de quienes promuevan la violencia y actuar bajo los preceptos legales y constitucionales.
Ante cualquier agresión o intento de perturbar la tranquilidad ciudadana, vamos a responder con trabajo y más trabajo. Seguiremos desplegados en cada comunidad, atendiendo las necesidades de la gente y dándole impulso a los distintos programas porque Gran Sabana es y seguirá siendo territorio de paz.

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