“…EN EL MUNDO, NADIE RESPETA A QUIEN NO SE RESPETA A SÍ MISMO…”

«Si alguien cree que lamer botas ayuda, se va a caer del caballo. Las personas te respetan cuando perciben que tienes autoridad moral y carácter»; estas palabras fueron pronunciadas por el presidente de la Republica Federativa del Brasil, LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA, en un evento oficial de dicha nación, al explicar la conversación que tuvo via telefónica con el señor presidente de los EE.UU., en la que le pidió eliminar los recientes aranceles impuestos a productos brasileños, LULA quien con su liderazgo y moral en la región, le dijo que si no querían los productos de su pueblo, existen otros mercados en el mundo que si lo quieren, cuestión esta muy real y muestra de dignidad latinoamericana donde se demuestra una vez más, que no estamos en un mundo unipolar sino multipolar, idea que siempre defendió nuestro líder eterno HUGO RAFAEL CHAVEZ FRIAS, en todos los rincones donde llevo su verbo libertario y consciente y hasta premonitorio podríamos decir, situación cierta en la que la moral y el carácter digno es lo que hace una nación fuerte de verdad y no arrastrarse tal como lo han hechos otros en el presente, por algo el Presidente Constitucional NICOLAS MADURO MOROS, desde que recibió el testigo de continuar con el legado de dignidad y valentía, ha sabido mantenerla, sin altivez, sin desespero, pero con la firmeza de ser hijo de la patria del hombre que dio libertad a 5 naciones e inspiración para otros en la obtención de la misma, es decir SIMON BOLIVAR, quien mantuvo la dignidad ante la indignidad, la valentía ante el desborde de las pasiones irracionales de algunos, por ello me permitiré rememorar el incidente que se tuvo hace 207 años con el mismo imperio estadounidense cuando las embarcaciones mercantes de dicha nación denominadas: Tigre y Libertad, penetraron con intenciones dolosas a las aguas del nuestro rio madre el majestuoso Orinoco, quienes una vez dentro de dichas aguas, son abordadas por nuestras tropas libertarias para ser inspeccionadas y al revisarse, se encuentran que están cargadas con armas, municiones y víveres destinados a tropas realistas, siendo éstas retenidas de manera inmediata, lo cual origina un intercambio epistolar con el agente enviado por el gobierno estadounidense para superar el impase, el agente John Baptist Irvine, quien envía cartas a Bolívar, solicitando la liberación de las naves, por ser solo buques mercantes, tratando de hacer ver que no existe relación alguna con el contrabando de armas a los que subyugaban a la patria; (aquí parafrasearé la frasecita de las películas “Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia” Si Luis diríamos por acá). La cual comienza de esta manera 29/07/1818, “Los ciudadanos de los Estados Unidos, dueños de las goletas Tigre y Libertad, recibirán las indemnizaciones que por el órgano de usted, piden por daño que recibieron en sus intereses, siempre que usted quede plenamente convencido de la justicia con que hemos apresado los dos buques en cuestión…han intentado y ejecutado burlar el bloqueo y el sitio de las plazas de Guayana y Angostura para dar armas a unos verdugos y para alimentar unos tigres, que por tres siglos han derramado la mayor parte de la sangre americana ¡la sangre de sus propios hermanos!” (Parecido a aquellos que están promoviendo invasiones y medidas coercitivas unilaterales). Luego el 06/08/1818 en una respuesta a otra carta a dicho enviado le escribe lo siguiente: “Si las naciones neutrales hubiesen obligado a nuestros enemigos a respetar estrictamente el derecho público, y de gentes, nuestras ventajas habrían sido infinitas, y menos tendríamos que quejarnos de los neutros. Pero, ha sucedido lo contrario en el curso de la presente guerra… ¿No sería muy sensible que las leyes las practicase el débil y los abusos los practicase el fuerte? (Voladura de botes o falsas banderas para justificar invasiones, en el presente); luego el 20/08/1818 ya siendo más franco nuestro Libertador, le escribe lo siguiente a dicho agente: “… Hablo de la conducta de los Estados Unidos del Norte con respecto a los independientes del Sur, y de las rigurosas leyes promulgadas con el objeto de impedir toda especie de auxilios que pudiera procurarnos allí. Contra la lenidad de las leyes americanas se ha visto imponer una pena de diez años de prisión y diez mil pesos de multa, que equivale a la muerte, contra los virtuosos ciudadanos que quisiesen proteger nuestra causa, la causa de la justicia y de la libertad, la causa de América…”, (que extraño, se parecerá a las M.C.U. y las amenazas comerciales contra los que fueron socios comerciales de Venezuela en otrora). Para finalmente en una respuesta de pundonor revolucionaria y arrojo libertario el 07/10/1818 luego de sandeces y solapadas amenazas responde lo siguiente al enviado Irvine: “Parece que el intento de usted es forzarme a que alterne los insultos: No lo haré; pero si protesto a usted, que no permitiré se ultraje ni desprecie al gobierno y los derechos de Venezuela. Defendiéndolos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra populación y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende”, y Bolívar el 12 de octubre de ese mismo año con la declaración de que solamente tienen los hombres que tienen Tabaco en la Vejiga culmina la comunicación epistolar de la siguiente manera: “El valor y la habilidad, señor Agente, suplen con ventaja al número. ¡Infelices los hombres si estas virtudes morales no equilibrasen y aún superasen las físicas! El amo del reino más poblado sería bien pronto señor de toda la tierra. Por fortuna se ha visto con frecuencia a un puñado de hombres libres vencer a imperios poderosos”. Esta serie de escritos serian conocidas como: “Las Cartas de la Dignidad” un testimonio imperecedero del inmenso valor y amor a la nación, de un líder que sin aún tener asegurada totalmente la independencia de su país, enfrento quien intento profanar el suelo sagrado de la patria. Hoy esta misma historia vuelve a repetirse, pero MADURO MOROS, a quien todavía muchos tienen la osadía de subestimarlo, nos ha guiado a mantener la rectitud de defender nuestra soberanía en una DIPLOMACIA de PAZ, a pesar de las agresiones, tal como lo hizo el Padre de la Patria hace 207 años. Lo cual no lograran porque aquí “DUDAR es TRAICION”