DEMOCRACIA FAMELICA

Nunca imagino Clístenes un político Ateniense del siglo VI ac considerado el padre de la democracia que su sistema sería tan maltratado a lo largo de los siglos y utilizado a conveniencia por los factores de poder. Lejos de análisis enjundiosos podríamos afirmar que por sobre todo sus principios filosóficos, existe uno que es de primordial importancia “la regla de la mayoría”, para la elección de cargos y la toma de decisiones transcendentales de gobierno. Por mayoría se entiende “mayor parte de un conjunto de personas o cosas”. En nuestra Ley Orgánica de Procesos Electorales a su artículo 6 establece: “Los Cargos de Presidente de la República, Gobernador de Estado y Alcalde de Municipio, y demás cargos unipersonales se elegirán con base a la mayoría relativa de votos” es decir, la mitad más uno de los votos emitidos, si votan tres personas para Gobernador de un Estado, gana quien obtenga dos votos, con independencia que la cantidad real de votantes sea de un millón de electores. Desde la llegada de Chávez al poder en 1998 se han celebrado contando la de hoy, 23 elecciones de todo tipo, desde presidenciales, parlamentarias y referendarias, casi una por año en estos 27, y lo que parecía ser los sólidos pilares de una fuerte democracia hoy se parecen a los balcones coloniales de las casas de la Habana Vieja a punto de derrumbarse. En mis seis décadas de existencia he presenciado decenas procesos electorales y trabajado en otros tantos, pero jamás había percibido tal grado de apatía como el del día hoy, apatía que no es más que muestra de rebeldía ante el despojo de las elecciones presidenciales del pasado año. La mayoría de los gobiernos utilizan las herramientas que les brinda la democracia a su favor, pero este lo ha hecho en extremo, desde modificar de manera arbitraria los circuitos electorales para obtener más cargos donde tienen más adeptos, hasta inhabilitar a cuanto candidato pueda representar peligro de arrebatarle el cargo, fabricar una oposición venal y servil, obligar a presos políticos a participar del sainete electoral, manejar a su antojo un sistema electoral probadamente tramposo y unas autoridades del poder electoral adeptas al gobierno, disponer del uso de recursos del Estado a favor de sus candidatos, presionar a los funcionarios públicos y receptores de los beneficios del estado para votar y controlar con mano de hierro el desarrollo del evento apresando a quienes puedan representar un peligro para sus objetivos. La inversión de los valores democráticos se ha hecho patente y ya las votaciones son meras formalidades para adjudicar los cargos a sus candidatos sin importar que no se cumpla el principio de la mayoría. Por lo que se avecina y conforme a las cifras entregadas por las pocas encuestadoras independientes la mayoría de universidades, el porcentaje de participación rondara el veinte por ciento, de los cuales un alto porcentaje votara en contra del gobierno como acto de rebeldía por obligarlos a concurrir a las urnas. La campaña electoral se volvió una comedia observando a candidatos de uno y otro bando tratando de estimular cuerpos parapléjicos con coma cerebral, candidatos como Rosales que presentan dificultad hasta para caminar son los rivales de la artillería del gobierno que posee todos los recursos a su favor para arrebatar la mayoría importantes de cargos, dejando a los opositores algunas migajas con las que no puedan engordar, pero tampoco morirse de hambre. Quienes participan del proceso en nombre de la oposición son en su gran mayoría, una tropa de ignorados perpetuos sin arraigo ni apoyo popular que pretenden ocupar los puestos de los verdaderos líderes que están presos o inhabilitados, son como los niños extraños en la piñata, que se ponen lejos de la misma rogando que en la explosión de caramelos, caiga alguno cerca para recogerlo y llevarse a casa su pequeño trofeo. Puedo adivinar el boletín de esta noche por parte del CNE, “masiva participación y jornada cívica, sin olvidar la tendencia irreversible”. Así esta nuestra famélica democracia. Seguiremos conversando. Claudiozamora06@gmail.com
