Opinión

QUE PRECIO TIENE EL CIELO

Como si no fuese suficiente con el rosario de malas noticias que cada día nos inundan, termina de sumarse la suspensión de los vuelos de las aerolíneas internacionales hacia y desde Venezuela. Iberia, Avianca, Tap, sumado a otras aerolíneas de Latinoamérica. Alegan que la situación operativa en el país “cruzó un nivel que ya no se puede manejar” “fallas en el control aéreo, riesgo de interferencias, ausencias de rutas seguras y nula protección en aeropuertos claves, sumado a continuas protestas, apagones, militarización y tensión regional, convirtió el tráfico aéreo en una ruleta rusa. Cientos de pasajeros afectados por cancelaciones o retrasos deben buscar alternativas en países cercanos aumentando los riesgos y los costos de viaje. Esta medida afecta también de manera económica el turismo y la llegada numerosa de venezolanos residentes en el exterior que acostumbran a viajar en las fiestas decembrinas, el aumento en el valor de los pasajes por la extensión de rutas y mayor consumo de combustible, así como las conexiones internas. La Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU, señala como riesgos potenciales para las aeronaves civiles a todas las altitudes, incluyendo interferencias en las señales GNSS (GPS) y aumento de la actividad militar. Pese a los informes oficiales los consumidores finales sabemos que Venezuela depende en rubros tan esenciales como medicinas y alimentos de las importaciones. Según cifras de la Cámara de Industria Farmacéutica (CIFAR) para el pasado año 2024 las medicinas importadas alcanzaban el 30% del consumo nacional, pero lamentablemente en ese porcentaje se encuentra la población de más bajo recursos que ha visto en productos de la India por ejemplo la solución a sus padecimientos por su reducido costo en un país donde el sueldo mínimo es de 130 Bolívares mensuales y el dólar se encuentra en Bs. 241,58 lo que representa un 0.53 centavos de dólar mensual. Los principales medicamentos analgésicos, antinflamatorios e hipertensivos son de difícil acceso para la población de bajos recursos, llegándose al extremo de venderse por unidades y blíster de 10 y 5 pastillas. Volviendo al cierre del espacio aéreo resulta difícil de digerir que Venezuela con todos los conflictos internos y externos pueda resultar más insegura que Haití por ejemplo donde vuelan decenas de aerolíneas y el país se encuentra dominado por las pandillas que desafían al gobierno. El aislamiento a que nos encontramos sometidos con una flota bloqueando el mar Caribe, el cierre del espacio aéreo y la dificultad de traslado terrestre agudiza aun más la situación económica en tiempos cuando se incrementa el comercio por la llegada del periodo decembrino. Un dólar descontrolado y una economía de puertos que se encuentra bloqueados nos pondrán en una situación aún más crítica en el aspecto económico, siento que vivimos en una tramoya que se cambia para dar la sensación de normalidad y calma. Mientras el bombardeo noticioso nos contamina de cientos de noticias trágicas e inminentes, en los canales oficiales aparece Nicolas bailando en un acto público frente al Palacio de Miraflores y coreando en su ingles machucado “No war, no crazy war, no,no,no ¿Como se dice en Ingles? Peace, peace, yes peace” Toda esta campaña está jugando al desgaste de una población que luce impávida y expectante ante acontecimientos que no terminan de concretarse, guerra de micrófonos, declaraciones interdiarias y amenazas reciprocas que más parecen pleito de borrachos, mucha preparación y escarceos sin que se hayan lanzado el primer golpe. Uno con todo su arsenal frente a la casa y el otro adentro bailando y riendo, mientras todos los vecinos se niegan a pasar por esa calle y ahora tampoco por su cielo, que por lo visto tenia dueño y no nos habíamos enterado. Así las cosas como decía Oscar Yánez. Seguiremos conversando. Claudiozamora06@gmail.com

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