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¡Con nosotros no!

Puño y letra
Por: Ángel Marcano

De la mano del hermano, presidente Nicolás Maduro, hoy contamos con una Ley que hace historia en el mundo, la Ley Orgánica Libertador Simón Bolívar Contra el Blanqueo Imperialista y en Defensa de la República Bolivariana de Venezuela, dejando claro que las sanciones impuestas por Estados Unidos u otra nación constituyen crímenes de lesa humanidad.
Una vez más, la Asamblea Nacional alzó la voz en defensa de la patria, evaluando lo que inició como un proyecto de ley, el instrumento jurídico que permite al Estado aplicar las medidas para defenderse de quienes pretendan dañar al país y a su gente.
La Ley Simón Bolívar contempla las inhabilitaciones políticas de hasta 60 años, y penas de entre 25 y 30 años de prisión para quienes promuevan o estén implicados, de cualquier manera, en las sanciones extranjeras impuestas al gobierno y autoridades del Estado. Ya era hora de frenar el desorden y ponerle un parao a los enemigos del pueblo, a los apátridas que causaron estragos en el país con su politiquería malsana y barata.
Como lo señalan sus primeros dos artículos, la legislación busca «establecer mecanismos adicionales para resguardar y proteger la independencia, la soberanía, la integridad territorial y la autodeterminación, como derechos irrenunciables de la Nación».
Para el Gobierno nacional liderado por el hermano, presidente Nicolás Maduro, es fundamental garantizar el pleno disfrute de los derechos humanos del pueblo venezolano, pilares que han consolidado a la Revolución Bolivariana como proyecto social del país, además de ser modelo político en el mundo.
Con la aprobación de esta Ley se logrará depurar el clima político en Venezuela, librando de postulaciones incoherentes de seudos dirigentes que han constituido su “carrera política”, promoviendo, instigando, solicitando, invocando, favoreciendo, respaldando y participando en la adopción o ejecución de sanciones, acciones armadas o de fuerza que atenten contra la soberanía y la integridad territorial del país.
La Revolución ha sido garante de los nuevos liderazgos, creando escenarios de inclusión y participación para la juventud, la mujer, el adolescente, visibilizando al obrero, al profesional, a los adultos mayores, a los discapacitados; hoy la Ley Simón Bolívar, dejando atrás la vieja política implementada por esos dinosaurios que aún se niegan a darle paso a la generación de relevo que garantizará la permanencia de sus organizaciones políticas.
La Ley Simón Bolívar es la primera de las muchas legislaciones promulgadas por la Revolución Bolivariana, constituida en la soberanía, independencia y el bienestar de la patria y de su gente; respetando la memoria y obra del Gigante de América y libertador de cinco de naciones, Simón Bolívar.

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