CANDIDIASIS VAGINALUN “TORMENTO” EN LA SALUD VAGINAL DE LA PACIENTE
Saludos estimados lectores de #ELCONSULTORIO y @soloparapoliticos en esta semana estaremos tratando sobre uno de los temas quizás de permanente conversación, conjeturas y opiniones sobre causas, formas de adquisición y variedades de tratamiento a aplicar a nivel de nuestras pacientes femeninas de una enfermedad y preocupación que se denomina: CANDIDIASIS VAGINAL.
La candidiasis vaginal es causada por un hongo denominado Cándida albicans, este hongo regularmente lo vamos a encontrar en condiciones normales en la boca, vagina, canal digestivo y la piel sin producir problema alguno, teniendo que más del 20% de las mujeres normales tienen colonias vaginales de cándida, y alrededor del 80 al 90 % corresponde con la Cándida albicans. El 75 % de las mujeres la pueden por lo menos una vez en la vida y el 40 al 45 % dos o más veces, complicando en algunos casos en vulvovaginitis
Ahora bien, al nivel de las personas “sanas” las bacterias reguladoras y nuestro sistema digestivo impiden que el hongo produzca una infección cuando nuestro sistema de defensa inmunológico se “deteriora” o “altera” por cualquier causa es que se produce entonces el crecimiento del hongo y la posterior producción de la enfermedad.
También vamos a tener entre otros causales de la enfermedad las alteraciones que producen algunos medicamentos (uso prolongado de esteroides, antibióticos, antihistamínicos, etc) a nivel de los organismos naturales que se encuentran en la vagina, lo cual puede impulsar el crecimiento de la cándida. Otros factores que pueden causar la candidiasis incluyen diabetes, embarazo, pacientes con deficiencia de hierro (anemia), ácido fólico, vitamina B12, o zinc, al igual con pacientes con cáncer sometidos a quimioterapia, estrés o depresión, el uso prolongado de ropas húmedas, el uso prolongado de duchas vaginales, toallas sanitarias perfumadas, ropa ajustada, ropa interior de lycra, desodorantes vaginales, etc.
Todo esto por supuesto sumado a nuestro estilo de vida como el fumar, cambios de parejas sin protección adecuada, aseo inadecuado, forma incorrecta de la limpieza genital, estreñimiento por malos hábitos alimenticios se suman a todos los factores ya mencionados anteriormente actuando como contribuyentes en la aparición y mantenimiento de la enfermedad, lo que conlleva al problema de la candidiasis crónica.
¿Pero que nos hace pensar en esta enfermedad?, seria la pregunta obligada en este caso, bueno vamos a tener elementos tales como: 1- Flujo vaginal que puede ir desde poca cantidad a mucho, con ciertas características como maloliente, espeso, en algunos casos “blanco grumoso” como “leche cortada” y en otros casos de color blanco amarillento. 2- Prurito (picazón), ardor o inflamación. 3- Presencia o no de ardor para orinar. 4- Dolor durante las relaciones sexuales (muy frecuente) y uno de los principales motivos de consulta junto con el prurito o picazón.
Todo esto se convierte con el tiempo en una situación paciente – enfermedad, porque el paciente comienza la automedicación indiscriminada lo que conlleva a la resistencia del hongo contra los antimicóticos orales y tópico. Pero el problema no es solo la automedicación por recomendación de sus experiencias anteriores, sino también que el paciente empieza a recibir recomendaciones de amigos, vecinos sobre usa tal antibiótico, o aplícate tal crema que como contiene esteroides te quita la “picazón” o colócate estas duchas, esto provoca un cuadro de mayor deteriore de la flora vaginal que aumenta la proliferación o el crecimiento de bacterias que no son normales y van allanando el camino para un cuadro más severo que es la “VULVOVAGINITIS” que es la inflamación de la vulva, vagina y cuello uterino.
Por supuesto que todo esto se puede evitar si al presentarse algunos de los síntomas iniciales evitamos las duchas vaginales, el uso de detergentes, cloro o suavizantes perfumados en la ropa íntima. Sustituimos la ropa de lycra por algodón. Evitamos ropa apretada y calurosa. Hacemos cambio de ropa interior dos veces al día. Disminuimos el consumo de azucares y alcohol. No tomamos antibióticos y esperamos la evaluación para ver cuál es el antimicótico adecuado y la dosis respectiva. Y recordando siempre que la mejor manera de curar es la prevención. Gracias y hasta la próxima edición. Para cualquier comentario o tema de su interés por el 04166852860 o por @drjosemerheb @soloparapoliticos